—Podrías hablar conmigo, ya me disculpe..... Detente —Tomó mi brazo antes de que pudiera entrar a la habitación.
—Una disculpa no borra la percepción que tienes de mí, qué sea un poco rebelde y que sueñe con ser libre no me convierte en una mujerzuela. Ya entendí porque me tratas así de rudo y sin gentileza crees que estoy acostumbrada a ser tratada así... Me lastimaste en varias ocasiones y yo como una completa idiota no me queje porque pensé que eras el tipo de hombre que lo prefería de esa manera pero resulta que es porque....... A tus ojos soy una puta que no merece un trato lindo.
—Perdón yo.... Nunca te quejaste de mi rudeza y que usará aquellos objetos contigo y pensé..... Rayos Karina debiste frenarme.... yo.....yo —Empezó a tartamudear y luego cerró sus ojos mientras sus manos se volvían temblorosa —Los siento mucho —Dijo y sin más se fue dejándome me allí sola con mis sentimientos.
Quite todo y tome una ducha bastante extensa, necesitaba relajarme y mucho. Pensé en como