BASTIÁN
—¿Que quieres? —Soltó de forma grosera al verme entrar a la habitación.
Tome una bocanada de aire larga y me recorde tener paciencia y tacto, yo lo había jodido todo.
—Ya paso medio día y no saliste a comer —Dije en tono bajo y suave —Quieres algo en especial puedo ir a buscarlo para ti —Ofrecí.
—¡No tengo hambre! —Respondio y se acomodo en la cama ofrecido su espalda.
—Karina no puedes estar sin comer, pediré algo rapido o prefiere que lo prepare yo —No respondió —Karina.
—Voy a dormir un poco déjame sola —Acomodo la almohada y soltó un suspiro largo aún sin verme.
Pensé en salir y dejarla sola como pidió pero hacerlo era seguir con el pleito, y sí había sido yo él culpable y quería resolverlo, no me sentía nada bien con haberla hecho sentir así.
Retire mis zapatos, mi sudadera y subí a la cama junto a ella.
—¿Que crees que haces? —Pregunto con rapidez al notar mi cercanía.
—Dormir contigo, ya que no quieres salir de aquí te acompañaré.
—Bastián, déjame