Karina pensó en pedirle que se detuviera, pero sería mentirse a si misma, entre ellos habían una atracción tan fuerte que aquel comportamiento solo era la fachada que usaban para negar aceptar que aquella noche había dejado huella sen ambos.
Bastián había estado con infinidades de mujeres pero ninguna lo había hecho enseriar por el simple hecho de que la única que había provocado algo en él era prohibida, aparte de que a su concepto lo había usado para safarse del compromiso y Karina con todo y su rebeldía y su renuncia a estar encerrada no había estado con más hombres después de Bastian por temor a volver a sufrir, aparte de que tampoco era que podía tener contactos con chicos de su edad para entablar una relación y las veces que lograba escaparse había mucho por hacer que encerrarse a tener sexo, digamos que en su vida aquello no era prioridad.
Los labios de Bastián seguían recorriendo su cuerpo, la chupaba y mordía sin reservas, sus ojos observaban fijos lo de Karina qué jadeab