Me fulmina con su mirada severa. Mark y otro chico están ocupados charlando y bebiendo. Nick no participa en la conversación. No, está inmóvil, igual de cabreado que antes y perforándome con la mirada. De repente me viene a la mente la información que nos dio Victoria.
Me giro hacia ella.
—¿Qué pasó?
Ella parece confundida. Entrega las bebidas a Lucas y a Erick, que las toman rápidamente y regresan a la pista.
—¿Qué pasó de qué? —pregunta con el ceño fruncido.
Pongo los ojos en blanco. A veces parece lela.
—En Starbucks. ¿Qué pasó?
—Ah. —Vuelve a centrarse—. La mujer entró, empezó a gritar y le tiró un café encima al pobre hombre.
—¿Y él qué dijo?
—Ya no me acuerdo. Ella le gritó que era un egoísta y un mentiroso que la había engañado o no sé qué —responde con indiferencia y luego abre sus ojos sorpendida—. ¡Me encanta está canción, Addison! ¡Vamos!
Victoria se pierde bailando entre la multitud, pero yo soy incapaz de moverme.
Siento su mirada clavada en mi espal