Debería estar corriendo en dirección contraria, pero no. Corro hacia él. La necesidad de saber quién ha hecho esto anula mi temor. ¿Me drogan, me amenazan y ahora esto? ¿En qué planeta vive esa persona? La acumulación de incidentes me está matando.
Estoy a pocos metros cuando el motor cobra vida de nuevo, como una especie de advertencia que pone los pelos de punta. Eso no me detiene, aunque aminoro la marcha al oír el sonido cada vez más fuerte de una potente máquina.
Freno en seco al ver el DBS derrapar a la fuga con el Range Rover de Mark pisándole los talones. Esto no me está pasando a mí. Quiero pellizcarme, abofetearme, o como mínimo despertarme.
Me giro cuando parece que una de las motos de Nick se aproxima a gran velocidad. Frena derrapando, deja a un lado la motocicleta y corre hacia mí. No lleva chaqueta ni casco, sólo unos vaqueros raídos y una camiseta lisa, lo primero que ha encontrado en el vestidor antes de venir por mí.
No puedo moverme. Todo cuanto puedo hacer es esper