Capítulo 335

Intento decirle con un gesto de la mano que no pasa nada, asegurarle que me encuentro bien, pero rápidamente tengo que volver a aferrarme a la taza del váter para seguir vomitando y ahogándome entre arcadas.

—Por Dios, nena. —Parece preocupado, mi tonto neurótico. Sólo estoy indispuesta.

Noto que se acerca por detrás y me sujeta los rizos mientras me acaricia la espalda. No puedo controlarlo. Me han envenenado. Seguro que me han envenenado.

—Estoy bien —digo, me enjugo la cara y me froto las mejillas con las manos cuando estoy convencida de que ya no tengo nada más que vomitar.

—Salta a la vista —farfulla él, cortante—. Deja que te vea.

Me giro con un suspiro y lo veo sentado en el suelo detrás de mí.

—¿Todavía quieres follarme? —pregunto tratando de aliviar su preocupación. No voy a volver a intentar hacerle entender que no me va a pasar nada nunca más. Siempre fracaso estrepitosamente. Pone los ojos en blanco.

—Por favor, Addison.

—Perdona.

—Señorita, te juro que vas a
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App