Las cosas parecían haberse calmado un poco en la cabeza de Arya. Se había dormido por unos veinte minutos, tal vez más, pero su cuerpo dejó de estar tenso después de un rato. Veo llegar a Ryan con Lauren, quienes se quedan hablando antes de venir hacia nosotros.
—Bella durmiente, es hora de despertar. Ha llegado Lauren —susurro en su oído, empieza a hacer pequeños gruñidos antes de abrir sus ojos—. Vienen en unos cuatro pasos...
—Dormir en tu pecho ha sido una buena experiencia... —responde ronca, sonríe y se va hacia Lauren.
No se lo pude decir, pero le daría todas las comodidades con tal de amarrarla a mi lado.
Ryan ocupa el lugar que Arya dejó vacío y siento que algo en mi pecho se siente frío. Ese calor lo empiezo a echar de menos.
—Vine tan pronto me llamaste. Lauren enloqueció... —mi atención regresa a él—. En lo que llegamos ella desapareció de mi vista y no supe decirle a la enfermera que estaba buscando a Giotto. Nunca lo investigué...
Trago grueso porque le sucedió igual que