Ambos se olvidaron por completo de la presencia de Max y Theo. A quienes seguían escuchando al fondo en la cocina, mientras Hugo la besaba con calma, y cariño. Pero cuando el beso se tornó más largo e intenso. Escucharon un carraspeo detrás de ellos, al separarse y voltear. Theo Y Max los miraban de brazos cruzados, Theo por su parte tenía una sonrisa genuina, al verla más tranquila.
Aunque sabía que Hugo no haría desaparecer aquel sentimiento y que lo que le estaba sucediendo, solo podía averiguarlo y resolverlo ella, tenerlo cerca la hacía sentirse más relajada. Hugo la rodeó con sus brazos desde atrás, dejando un suave beso en su mejilla.
—Creo que ya es muy tarde, ¿no? —preguntó Max a Theo.
Theo lo miró confundida y Max le tocó el brazo para que se diera cuenta a qué se refería.
—Ah, claro. Es muy, muy tarde Iris —Theo le siguió el juego.
—Eh, no van a ninguno lado. Vamos a cenar.
Iris los tomó a ambos de sus brazos y los llevó con ella hasta el comedor. Mientras Hugo detrás