Capítulo 87

La mañana amaneció pálida, como si el cielo hubiera decidido no intervenir en lo que fuera a ocurrir. En la plaza del Santuario, las piedras grabadas parecían absorber la luz hasta devolver una clarividencia opaca. Gente de aldeas, capitanes de las Islas Errantes, notarios con los dedos manchados de tinta y tres emisarios venidos de la ciudad vieja formaban un semicírculo que olía a tensión y a pan frío. Al centro, sobre una mesa de madera, yacían los cofres de la Casa Almyr, las tablillas de la bodega de Ril y los cascos con las marcas de sangre que nadie, hasta entonces, había logrado borrar.

Kaeli se puso de pie y dejó que la plaza se callara. Daryan se colocó junto a ella, con la expresión de quien ha aprendido a traducir el temor en orden.

—Hoy no traemos venganza —dijo Kaeli—. Traemos pruebas. Que la voz de cada persona aquí presente pueda escucharse, que la verdad no sea un papel que alguien vuelva a reescribir.

Un murmullo fue la respuesta. Hadran Almyr sostuvo la mirada sin p
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP