Capítulo 3.

|CAPÍTULO 3¦

Stefan.

Minutos antes.

🌹🌹🌹

Zarek caminaba de un lado a otro un tanto ansioso debido a la nueva chica que llegó, me estaba poniendo ansioso a mi también maldita sea.

—¿Crees que sea la correcta, hermano?

—No lo sé, espero que esta vez sea la correcta, tenemos que encontrarla antes de que pase más tiempo.

—Tiene que ser ella, es la única que puede Stefan.

—Esperemos que lo sea.

El guardia entro a la habitación.

—Su majestades, la concubina esta esperando.

—Gracias, vamos Stefan —asentí y lo seguí hasta la biblioteca qué estaba del otro lado del castillo.

Era de vital importancia saber que tal era, aunque ya pudimos ver un poco de ella así haya sido un poco, ella nos cautivó desde que la vimos esa noche en el bosque, se miraba tan asustada, vulnerable e inocente, pero sentí una fuerza dentro de ella que era más que fuerte, era cómo una atracción difícil de controlar, es como si ella nos llamara, es difícil de explicar.

Llegamos a la biblioteca, nos abrieron las puerta y ella estaba mirando con mucha atención el cuadro de nuestra madre.

—Es nuestra madre —dio un respingo al escuchar a Zarek, volteó y quedé en silencio al verla, estaba realmente preciosa.

—Hola Ambar —dije

—Hola.. —sus mejillas se tornaron de un color carmesí qué acentuaba su piel.

—Luces fantástica, déjame decirte que el verde te luce bastante bien —le dije

—¿Es verde? —miró el vestido— con que así es el color de las plantas —la oímos murmurar, luego nos miró— lo siento.

Zarek ¿Cómo es posible que no sepa de que color es el vestido?

No tengo idea hermano.

Ahora que podía mirarla bien, le quedaba muy bien el vestido, aunque lucia apretado, su cabellera oscura y larga, me sorprende que no lleve nada sobre el mismo, sólo el vestido, vaya que es impresionante.

—Supongo que tienes muchas preguntas —le dijo Zarek y ella asintió— eres libre de hacerlas.

—Quisiera saber ¿Porque estoy aquí? Mi padre me vendió —desvió la mirada.

—Nosotros te compramos —ella asintió ante mis palabras—, es necesario que estés aquí, serás nuestra concubina.

—No quisiera ser grosera con ustedes pero ¿no tienen suficientes concubinas? —nos miró a ambos— No entiendo que haría yo aquí.. ¿Cuál sería mi función?

Es la primera vez que una chica have esa pregunta, por lo general las demás solo estaban contentas de estar aquí, excepto una, Felicia.

—Verás, hay un motivo detrás de todo ésto —Zarek se acercó a ella— siéntate por favor.

Ella asintió y se sentó en uno de los sofás, había qué haber esta bendita charla de nuevo, pero había que explicarle porque esta aquí.

—Estarás aquí por dos años nada más, tu función aquí será ser una concubina obediente, aprender sobre muchas cosas y sobre todo, prepararte para darnos un heredero, hasta ahora no hemos cumplido nuestra misión.

—No entiendo —ella parecía muy confundida.

—Escucha —me senté al lado de Zarek—, hace muchos siglos una mujer llegó a la puerta de nuestro palacio, estaba llena de sangre y con múltiples heridas, fue auxiliada y sus heridas fueron curadas, con el paso de los días, un hombre entro a la habitación de aquella mujer y abuso de ella de una forma brutal, tanta qué casi la asesina.. Luego ella resultó una fuerte hechicera qué nos maldijo a todos ya que jamás pudimos encontrar a quien le hizo esa bajeza, ella creía que nadie conocía la compasión, el respeto y lanzó un poderoso hechizo a todos dentro del castillo, fue como una especie de castigo por lo que aquel hombre había hecho —hice una pausa—, todos dentro del castillo fuimos condenados con la inmortalidad, ahí estábamos Zarek y yo, nos congelamos en el tiempo al igual que todos dentro del castillo excepto nuestros padres y seres queridos ya que el castigo consistía en verlos morir uno a uno, casi todas las personas dentro del castillo somos inmortales.

Ella prestaba mucha atención a mis palabras.

—Fue un duro golpe para ambos —continuó Zarek—, también para algunas personas del palacio ya que ellos tenían familias, pero tuvimos que vivir con eso durante siglos, una noche, la hechicera apareció para decirnos que la única forma de detener la inmortalidad, era encontrar a una mujer que rompería con la maldición dándonos un hijo, por eso hay más de una concubina, ya que estamos buscando a la indicada, por eso estás aquí.

—Entonces.. ¿Yo soy la indicada?

—No lo sabemos —negué— lo iremos descubriendo con el paso del tiempo, solo nosotros sabremos si ella es la correcta.

—Lo que no entiendo es ¿Porque ella los condenó? Si ustedes no hicieron nada malo contra ella —frunció el ceño.

—Hace siglos nosotros masacramos pueblos y ciudades por ordenes de nuestro padre y ese fue uno de nuestros castigos, asesinamos a personas inocentes y estamos pagando con la inmortalidad, suena increíble, pero ser inmortal es una tortura —dije un tanto frustrado—, la mayor parte del tiempo estamos siendo cazados por personas que creen que somos vampiros o brujos, constantemente tenemos que defendernos para poder sobrevivir, estamos desesperados porque esto termine.

Puede que suene un poco egoísta, pero ya estamos desesperados por encontrar a la mujer correcta, ambos estamos empezando a experimentar cosas que no nos gustan, como la frialdad, ser más violentos y no sentir nada, todos nuestros sentimientos están desapareciendo lentamente y es frustrante para nosotros, ambos queremos amar, sonreir y compartir nuestra vida con una sola mujer, estamos dispuestos a todo por ser libres.

La hechicera nos otorgó un cierto poder de leer nuestros propios pensamientos, solo los nuestros ya que según el hechizo, cuando haya union de cuerpos, podríamos escuchar a la otra persona. Zarek y yo hemos hecho la unión de cuerpos con todas las concubinas pero hasta ahora no ha funcionado, es molesto tener que escuchar los pensamientos de Zarek aun estando a muchos metros de distancia.

—Entonces están usando a sus concubinas para liberarse —miro sus manos— No se que pensar al respecto, es mucho que digerir.

—Se que suena difícil, creeme que lo es, pero queremos ser libres y poder tener una familia hasta ahora ninguna de las concubinas han estado en cinta, solo nos queda un año con ellas, si no lo son, tenemos que liberarlas y seguir buscando.

—¿Ha habido más?

—Más de cien mujeres, ninguna ha funcionado, la hechicera nos dijo que somos capaces de engendrar pero necesitamos a una mujer fuerte que soporte nuestro hijo dentro, ella es la que romperá el hechizo, el proceso será muy lento, así que nos toca buscar la manera de romperlo.

—Lamentamos si te compramos —dije yo—, pero sabíamos como vivías y las cosas que hizo tu padre, nosotros sabemos todo lo que sucede en el pueblo, esperemos que tu seas la correcta.

—Si llego a serlo.. Y tengo a su hijo ¿qué pasará conmigo? ¿Me botarán?

—No —negué—, serás nuestra esposa, nuestra reina y no tendremos ninguna necesidad de buscar a más mujeres, serás solo nuestra.

—Es mucho para pensar realmente —No nos miraba— me siento como un animal qué fue comprado.

—No pienses eso —dijo Zarek—, te hicimos un gran favor al comprarte, tu padre lo haría de igual forma, aquí estaras mejor, tendrás alimento, ropa limpia y no tendrás que limpiar, así que no te preocupes, te prometemos qué si no eres la indicada, podrás ser libre, te daremos lo necesario para que sobrevivas en dado caso que no llegues a serlo, no te dejaremos a la deriva, nosotros tenemos palabra.

Ella solamente asintió, sabíamos que sería bastante complicado para ella adaptarse a ésto, suena crudo y cruel pero la necesitábamos al igual que nuestras demás concubinas, salvo que ninguno siente algo por ella más allá del deseo, el hechizo qué está dentro de nosotros nos impide sentir algo, al menos que la indicada vaya avivando esos sentimientos y emociones que tenemos guardados, queremos sentir, en el sexo somos unos animales, no podemos controlar esos instintos qué nos llevan a la lujuria, es difícil controlarnos cuando vemos a las chicas, por más que nos resistamos a ellas, es difícil de controlarnos.

Solo nos importa nuestra satisfaccion, nada más y es molesto tener que hacerlo, usar a las mujeres no está en nuestros planes, pero el hechizo es difícil de controlarlo ya que nuestros sentimientos se están desvaneciendo poco a poco y nos estamos volviendo más fríos y crueles.

Hay ocasiones en que Zaker se molesta si no lo obedecen y yo solo me vuelvo un tanto violento, ya hemos esperado demasiado para romper el hechizo, es momento de que ya busquemos a la indicada qué pueda ayudarnos a ser libres y saber lo que es sentir un poco.

✨🧡✨

La hora de la cena había llegado, la mesa como siempre está puesta antes de que lleguemos, todo está servido tal cual lo pedimos y ellas estaban sentadas esperándonos.

Felicia, Clara y Francia, nuestras concubinas, al vernos llegar se pusieron de pie.

—¿Cómo están? —pregunté.

—Bien mi rey —Francia sonrió— hoy hicimos algunas pinturas para ustedes.

—Me alegro, cómo ya saben, hay una nueva concubina —se miraron entre si— espero que sean buenas con ella, es un tanto tímida.

—¿Era necesario su majestad? —Clara preguntó— ya somos tres, no había necesidad de traer otra a palacio.

—Si era necesario —Zarek se puso serio—, ustedes saben cual es su función dentro del palacio, no pueden pedirnos qué no lo hagamos o que no es necesario, tu aceptaste venir, Francia también lo hizo, Felicia no tuvo más opción.

Felicia hasta el momento la hemos tocado una sola vez, estuvimos con ella hace unos meses pero fue un momento incómodo ya que ella no se sentía a gusto, quisimos parar pero el hechizo fue más fuerte que fuimos demasiado bruscos con ella, desde entonces decidimos no tocarla más, se que ella gusta de una de las sirvientas y lo mantiene en secreto, pero tenemos un trato y ella será la primera en irse en unos meses, no quisimos tratarla de ésta forma, pero fue inevitable. Ella llegó aquí por una deuda que tenia su padre con la nación, nos la dio como forma de pago y desde entonces esta aquí, cuando se vaya, se irá a Londres, allá tenemos una pequeña casa para ella porque sabemos que detesta estar aquí y que infeliz, me causa un poco de pena tener que mirarla y ver su rostro totalmente triste, así que con ella iremos en contra de las reglas para dejarla ir, pero antes debe ayudar a Ambar a aprender algunas cosas.

Francia la conocimos en una fiesta que hizo su padre, un duque respetado por así decirlo, en esa misma noche Zaker no se resistió a ella y terminaron teniendo sexo, el duque se dio cuenta y terminó desterrandola así que ella estaba más que contenta de estar aquí, ambos hemos tenido sexo con ella, es bastante resistente aunque siempre busca de más, sabe que no podemos controlarnos y ella usa eso a su favor. Por supuesto que ella sabe lo que sucede con nosotros, cuando se vaya de aquí, le borraremos la memoria, ese es otro don o maldición qué nos dejó la hechicera.

Por último esta Clara, ella es la que visitamos con más frecuencia, debo admitir que es una diosa en la cama y accede a todos nuestros deseos además de que sentimos una fuerte conexión con ella, hay veces en las que nos tiene a sus pies, sabe como controlarnos y habernos sentir un poco bien, ella es nuestra favorita hasta ahora.

De Ambar no sabemos mucho, ya que a penas recién llegó, pero siento una gran inquietud cuando la tengo cerca, ver esos ojos y ese cabello me hace estar inquieto. Me tiene tan intrigado al igual que a Zarek.

Y hablando de ella, había ingresado al comedor, usaba un lindo vestido color perla con bordes rosa, su cabello estaba recogido en una trenza sumamente larga, se veía tan bonita, ella es bonita.

—Buenas noches —sus manos estaban al frente, a pesar de que no sabe nada sobre la elegancia, lucia fina, delicada, como una perla.

Zarek y yo nos pusimos de pie.

—Siéntate —le pidió, ella asintió y se sentó al lado de Zarek.

Sirvieron la cena, ella solamente miraba su plato.

—¿Pasa algo? —me miro— No has tocado tu comida.

—Es que.. Es mucha comida para mi sola, no estoy acostumbrada a comer demasiado.

Sentí una presión pequeña en mi pecho al escucharla, se veía tan tímida y frágil, pero sentía una fuerza increíble salir de ella, era extraño sentir esto, es la primera vez que nos pasaba, sabía que Zarek estaba igual que yo, sus ojos miraron los míos, eran oscuros e intrigantes, me inquietaba tanto su fragilidad, parecía vulnerable pero ella es fuerte, podía sentirlo.

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