Capítulo 59. El hombre de la foto.
POV: Gaspar
La mesa de caoba estaba rodeada de rostros familiares: Moretti, Vitale, Iván… y Natalia Volkov, que ocupaba su asiento como si fuera un trono que acababa de reclamar en medio de Nápoles. Su elegancia no era un adorno, sino una herramienta, y llenaba el espacio con un veneno sutil y efectivo.
Yo me había obligado a sentarme, a escuchar las cifras y las rutas, fingiendo que la amenaza de Serguei era puramente territorial. Pero después de la conversación con Iván y el mensaje que recibí en el teléfono, yo sabía la verdad: Natalia no era una socia. Era una distracción brillante.
—Las rutas en los Balcanes siguen bloqueadas —dijo Vitale, golpeando suavemente el vaso contra la mesa. Su voz sonaba nerviosa. Siempre era el primero en sudar—. Si no conseguimos una vía discreta, Serguei seguirá adelantándose.
Natalia cruzó las piernas despacio, con esa calma letal de quien sabe que todos la miran y que el poder reside en la pausa. Sus ojos verdes se clavaron en mí, ignorando al resto