— ¿Qué está sucediendo aquí? — Gruñó Álvaro, apretando los puños.
— Solo vine a ver a MI ESPOSA. — Liam afincó el tono de voz en esas últimas palabras. — ¿Hay algún problema con eso?
— Por tu cara, parece que tienes muchos problemas, Liam… — Replicó Álvaro, acercándose a Ania por el otro lado de la camilla. — Debieron hacerte dicho que Ania no está en condiciones para recibir visitas, aunque seas SU ESPOSO. — También afincó Álvaro con un dejo de sarcasmo. — Te debo pedir que te alejes de Ania.
— Te estás tomando demasiadas atribuciones Álvaro… — Gruñó Liam, irritado. — Y no me agrada el tono que estás usando para hablarme…
— Las atribuciones necesarias que todo médico toma por el bienestar de su paciente… — Álvaro se irguió de manera intimidante. — Y a mí tampoco me agrada como estas afectando a Ania con tu actitud, así que, con toda la amabilidad de la que soy capaz, te voy a pedir de nuevo, que te alejes…
— ¿Afectando? Bah… — Liam bufó con una sonrisa macabra y burlona. — ¿Te m