Vanessa
Por fin todo había terminado. Nos despedimos de nuestros amigos y emprendimos el viaje de regreso a nuestro país. Mientras viajábamos, pensaba en todo lo que habíamos vivido. Me dolía recordar la traición de mi padre y la sombra de Thiago, pero sabía que esos recuerdos solo pertenecían al pasado. Mi futuro ahora tenía sentido, y ese sentido se llamaba nuestro hijo.
Antes de irnos, Shory me entregó unas pulseras doradas. Me explicó que era un lazo para fortalecer nuestro amor, un símbolo que nos uniría a mí y a Dorian. Nunca había creído mucho en esas cosas, pero conocerla a ella y a Dominic Vega, me hizo pensar que incluso el destino podía tener su magia. Al despedirme, sentí un nudo en la garganta; aunque los conocí poco tiempo, habían dejado una huella enorme en mi corazón.
Cuando llegamos a la mansión, el cansancio me venció. Dormí todo el día, dejando que mi cuerpo descansara tras tantos días intensos. Al despertar, miré mi habitación y, por extraño que fuera, la nostalgia