Killian
Mi respiración es pesada, como si el aire mismo fuera una carga. El viento frío golpea mi rostro, agitando mi cabello y arrastrando conmigo la promesa de una guerra que ni siquiera estoy seguro de querer ganar. Aún así, la realidad se impone con cada paso que doy hacia el campo de batalla. Este es el momento. Y sé que, pase lo que pase, nada será igual después de hoy.
La guerra no se elige, pero está aquí, y no hay vuelta atrás.
Siento la tensión en mi cuerpo, cada músculo preparado para la lucha, pero mi mente está en otro lugar. No en la guerra, no en los hombres que tengo delante, ni siquiera en la manada que está lista para destrozarse con la mía. Mi mente está completamente atrapada en una sola persona: Ariana.
La guerra está a punto de estallar, y todo lo que tengo, todo lo que soy, podría desmoronarse por ella. No sé si me atrevo a llamarlo amor, porque sería demasiado simple para lo que siento. Es más bien una necesidad desesperada. Una necesidad de salvarla, de proteg