El auto sigue avanzando con normalidad, sin embargo, Anastasia no está tranquila en el interior de este, y ha estado a punto de intervenir en la llamada, sino fuera porque su marido la ha detenido, quizá ya estuviese metida en un gran lío por el hecho de no saber tener paciencia.
―¿Qué significa eso, Eliam? ―Interrogó cuando la llamada se terminó.
―Lo siento, cariño, no encontré otra manera de hacerte ver la realidad. ―Explicó, encogiéndose de hombros. Satisfecho por el buen trabajo que acababa de realizar.
― Pero… esa, se parece a la voz de la niñera. Dime que no se trata de ella, no me rompas el corazón, te lo ruego.
―En efecto, querida esposa. Esa ha sido la niñera que habló con Stephanie. Antes de salir de viaje, yo le informé a la niñera que iríamos a ese lugar que ella le mencionó a Stephanie, yo ya suponía que entre ellas había comunicación directa y lo hemos comprobado ¿Ahora eres consciente del peligro que todos corremos si esa chica sigue cuidando de nuestro hijo?
―¿Hablas