Eliam sigue frecuentando la casa de su pequeña familia, ahora prácticamente no quiere salir de ella para no estar separados. El pequeño Dennis tomó con mucha emoción la noticia de que el hombre que se ha portado tan bien con él sea su verdadero padre y ahora ambos le suplican a Anastasia para que se vayan a vivir juntos, sin embargo, ella aún se niega, aunque se prometió así misma colaborar por el bien de su hijo.
―Cariño, sigo desconfiando de esa niñera, no me da buena impresión y temo que nuestro hijo siga en peligro. ―Repitió Eliam por milésima vez.
―Por favor, Eliam, deberías de verla de otra forma. Ella es muy atenta con nuestro hijo, se nota que le tiene mucho aprecio y eso es lo que a mí me importa.
―Pues lo siento, pero no me convence, la mantendré vigilada y verás que tengo toda la razón.
―¿Eso significa que no te irás pronto a tu ciudad? ¿Qué está pasando con tus empresas?
―He renunciado a ellas, ahora mi hermano es quien se está haciendo cargo de los negocios.
¿Recuerdas el