Cap. 91. Extrañarlos duele.
POV Aris.
Saber que Maite se había quedado en el penthouse con su padre me calmó… pero no lo suficiente.
No podía creer que una semana lejos de mis hijos y de ella se sintiera como la peor de las torturas. Yo, Alexandros Kouros, que había sabido doblegar voluntades, romper enemigos sin despeinarme, llevar al borde del colapso a los más fuertes… ahora era yo el que estaba al borde.
Era una batalla constante. Cada noche tenía que sujetarme a mí mismo con cadenas invisibles para no tomar el primer auto y buscarla, abrazarla, rogarle que volviera a mi lado. Pero entonces me hablaba a mí mismo, casi como si fuera otro:
“No, Alexandros. No así. Si la obligas a regresar, la perderás para siempre. Primero pon en orden tu vida, arranca la podredumbre de raíz y entonces, solo entonces, vuelve por ella como se merece”
Y esa voz interna era la que me mantenía en pie. Aunque dolía. Aunque cada hora lejos de ellos se sentía como una soga al cuello.
Ahora, mientras mi auto avanzaba por la calle prin