Cap. 125. Mi error más grande.
POV Alexandros.
Maite dormía abrazada a mí, dejándome sentir el calor de su cuerpo, la suavidad de su respiración contra mi pecho, el ritmo tranquilo de su corazón… y aunque el reloj marcaba más de las diez de la mañana, no me atrevía a moverme.
Para mí, este instante de paz, y este fugaz momento de cercanía, valían más que cualquier otra cosa.
Pero la vibración seca de mi celular en la mesa de noche me arrancó de ese breve paraíso.
Solté a Maite con cuidado, como si cualquier movimiento brusco pudiera romper algo sagrado, y me dirigí al baño para no despertarla.
—¿Alexandros? Tienes que venir ya. Te envié la ubicación —la voz de Nikos, seca y cargada de tensión, me dejó en silencio por un momento.
Cuando regresé a la habitación, Maite ya estaba sentada en la cama, abrazando a Gael, que acababa de entrar con Gianna.
Los dos pequeños se habían subido a su lado como si supieran, por instinto, que algo no estaba bien.
—¿La encontraron? —me preguntó Maite en voz baja, como si temiera