CAPÍTULO 31 – La noche en que la luna despertó
La celebración de la fiesta de la luna había comenzado desde el amanecer.Era la noche más importante del año, donde las uniones se oficializaban ante la luna, donde las cargas se quemaban para renacer, y donde cada miembro se reencontraba con lo más profundo de su esencia. Kerana llevaba días esperando ese momento, sintiéndose, por primera vez, parte de algo que la abrazaba sin reservas.
Ya no percibía miradas incómodas ni dudas en torno a ella. Por el contrario, notaba sonrisas suaves, gestos de bienvenida y un aprecio creciente. Había cambiado mucho desde que llegó.
Esa mañana, mientras terminaba de acomodar algunos adornos que sus compañeras le habían pedido ayudar a preparar, escuchó un golpecito suave en la puerta. Giró, y allí estaba Arasy, con esa serenidad natural que la caracterizaba.
— Kerana, ¿cómo te sientes hoy? —preguntó con una calidez que solo había ido profundizándose en los últimos días.
— Arasy… creo que ya me siento l