Las cosas a veces resultan diferentes, Cid es un hombre lobo que esta siendo obligado a casarse con la hija de un alfa vecino. Cid no quiere casarse, no quiere nada de lo que su padre quiere para él, por lo que tendrá que buscar una forma de liberarse de ese matrimonio arreglado. Logan, una chica que es obligada a mudarse dejando atrás a sus amigas y a su novio. Lo que ella no sabe es que en su nueva casa va a conocer al hombre que le va a cambiar la vida y la percepción de las cosas. Pues este hombre tiene una naturaleza oculta que Logan no se espera, la pregunta es, ¿Logan será capaz de aceptar a un hombre lobo?
Leer másCID Desde que conocí a Logan no tomaba forma de lobo. Todo lo que ha pasado últimamente en mi vida me ha mantenido lo suficientemente ocupado como para ser un perro. La vez que Logan me vio en el río y nos conocimos, Kira y yo habíamos estado recorriendo el bosque en forma de lobos. Desde ese día dejé de ser lobo para ser más humano. Así que recorrer el pequeño bosque cercano a la escuela de Logan se me hace extraño, pero fue buena idea. Desde donde estoy puedo notar el olor característico a vainilla de su cuerpo… sé que esta cerca. Doy algunos pasos hacia la izquierda y el olor incrementa ligeramente… creo que la tengo. Sigo el rastro y miro la dirección, ¿un campo de futbol? Su olor se ve interferido, Logan está acompañada… pero no creo que sea su amiga. Corro hacia la salida del bosque, pero me detengo cuando dos siluetas masculinas se me ponen enfrente.—Carajo.— Grita uno.— Es un maldito lobo.— Me quedo estático igual que ellos, esto no pasa en casa. Mi padre, como alcalde de C
LOGAN Las piernas me tiemblan, es mal día para usar zapatos con tacón, pero aún y con el miedo de caerme, camino hacia donde está Raiden. Decidida de encararlo voy hacia donde la linda parejita se besan y conviven como si yo no existiera. Siento una presión en la cabeza y mi pecho sube y baja de manera violenta. Quiero arrancarle la cabeza y quiero ponerlo en su lugar. Llego hasta ellos y con delicadeza le doy unos golpecitos en el hombro a Raiden para que voltee a verme. Cuando lo hace me quito el antifaz sin prisas, quiero que noté que soy yo y que se sienta culpable por lo que acabo de presenciar.—Hola Raiden — lo saludo con voz llena de enojo. Mi novio abre la boca para decir algo pero la cierra inmediatamente.— Cuánto tiempo sin verte… pareciera que fue ayer que nos despedimos con lágrimas en los ojos.El enojo me rebasa, tengo ganas de salir corriendo, pero también de darle una bofetada con todas mis fuerzas.—Logan— me llama Danielle asustada.—¿Qué estás haciendo aquí?— me
LOGANMi cabello negro cae en mi espalda, esta vez nadie lo ha peinado con delicadeza como cuando fue la cena en casa de Cid. Llevo puesto el mismo vestido que la señora Renata compró para mi. Me veo bastante bien aunque ninguna maquillista profesional se haya pasado horas arreglando mi desastroso cabello y maquillando mi piel morena.—Wow, Logan. Te ves espectacular.— Me alaba Danielle.— Ese vestido te queda bien, es como una funda para tu cuerpo.— Sonrio por sus palabras, yo también pensé lo mismo cuando me lo puse la primera vez. Este vestido es perfecto y el color resalta mi piel morena.—Gracias, fue un regalo de la madre de Cid — explico.—Hasta que lo mencionas, desde que te dejo no has querido hablar de él.— Comenta mientras se pone máscara de pestañas.— ¿Qué tienes con él? es guapísimo y parece estar enamorado de ti.— Si hubiera estado tomando agua la hubiera escupido, sus palabras me hacen reír a carcajadas.—No seas tonta, Danielle. Cid es mi amigo y si de algo estoy comple
LOGAN He sido rebelde gran parte de mi vida y también he sido descuidada. A pesar de eso, siempre he tenido una buena relación con mi madre, pues sabe que he tenido algunos problemas emocionales que me han hecho perder años de escuela. Sólo que esta vez se siente diferente… esta vez me siento como si retarla fuera necesario, mas que nunca. Tomo mi maleta y la coloco en la entrada, Cid no tardará en llegar por mi. Busco el alimento de Ares y vierto un poco en su plato. Espero que con es cantidad sea suficiente para él y también espero que mamá llegué a tiempo para darle de comer y cenar. Desde que mamá me dio un no por respuesta, empecé a maquinar un plan para escaparme. Pensé en irme de aquí sin decir ni una palabra, también pensé en hacerle saber que me iba aún y cuando ella dijo que no; pero algo me dijo que si se lo decía sería capaz de decirle a Connor y este me detendría. Así que la opción más cobarde y viable que encontré fue escribirle un recado. Para cuando ella llegue yo e
LOGAN Toca la puerta de la habitación de mi madre, sé que está en casa porque el plato de Ares está lleno. Ayer tuvo el turno de la tarde y seguro durmió con su ¿novio?, aún siento raro saber que mi mamá tiene un novio al cual puede ver todos los días, mientras que yo tengo que viajar horas para poder estar con él un solo día. Sé que soy egoísta porque también sé que estar aquí significó para mi mamá una nueva oferta laboral. Sé que está aprendiendo cosas y está viviendo una nueva vida que no se reduce a llegar a casa cansada y una cajita con una mini hamburguesa con papas. Desde que estamos aquí hay brillo en sus ojos, pero en los míos hay menos ganas de seguir aquí. Para lo que para mamá es una bendición para mí es una maldición la cual quiero romper. Quiero ir a casa, quiero caminar por las calles llenas de pavimento y no solo de polvo como Creseville. Lo único bueno de Creseville es… es Cid. Me cuesta a veces admitir que Cid vino a darle un poco de luz y sab
LOGAN Despierto con mucho calor, me muevo un poco y siento la presencia de alguien. Sigilosa volteo hacia lado mío y lo que me encuentro es sorprendente: Cid sin camiseta dormido. No entiendo cómo es que este hombre llegó a mi cama, pero de algo estoy segura… estoy usando la horrenda camiseta que me regaló Danielle el día de mi cumpleaños. Pequeña encantadora… si, ahora Cid tendrá material para hacerme la vida imposible. Abro la ventana para que entre un poco de aire, aún es de noche y no se ve nada más allá de lo que puede alumbrar la lámpara de pórtico. —¿Te encuentras bien?— pregunta Cid. —Si, tenía mucho calor.— Comento tranquila.— Es como si estuviera durmiendo a lado de un oso. —O tal vez de un lobo— asegura. —Si, como no— bromeo. La luna es brillosa, tan brillosa que ilumina de manera tenue la calle.— Es luna llena, ¿saldrás a aullar?— doy un brinco cuando escucho a lo lejos un lobo. —Yo no, pero al p
Último capítulo