31.Necesito que confíes en mí.
Capítulo treinta y uno. Necesito que confíes en mí.
El amanecer se filtraba por las cortinas de lino del departamento de Kyan, dorando cada superficie con un brillo cálido y engañosamente pacífico. Nicole abrió los ojos lentamente, aún desorientada por la intensidad de la noche anterior. El peso de lo vivido la abrazaba en cada centímetro de su piel: la cercanía de Kyan, su boca sobre la suya, el deseo contenido liberado después de tanto tiempo. Se habían rendido a lo inevitable, a esa atracción que nunca murió.
Pero ahora, la realidad era un murmullo que se tornaba grito con cada minuto que pasaba.
Kyan ya no estaba en la cama.
Nicole se sentó con cuidado, cubriéndose con la sábana mientras buscaba su ropa con la mirada. El departamento estaba en silencio, salvo por una vocecita que interrumpió sus pensamientos.
—Mami... si Kyan es mi papá, ¿por qué nadie lo sabe? —Millie estaba parada en la puerta, con una muñeca en la mano y el cabello revuelto por el sueño.
Nicole sintió cómo el c