Capítulo 81.
POV Lola.
El mensaje llegó tarde en la noche. “Punto de encuentro: 23:30. Solo tú. Te recogerán.”
Nada más. Ni dirección, ni detalle. Javier nunca daba pistas. Su forma de citarme era siempre igual: mensajes cifrados, ubicaciones vagas, como si estuviera hablando con un fantasma. Sentí el pulso acelerarse mientras borraba el texto. Era lo que había esperado. Otra cita. Otra oportunidad de hundir mis garras más profundo en su obsesión.
Me miré al espejo antes de salir. El reflejo era perfecto: peinado como el de Mila, su misma ropa, hasta el perfume. Todo para engañar a Javier, para que me mirara y no dudara. El odio me ardía en el estómago, pero también el poder. Lo estaba controlando, y él ni siquiera lo sospechaba.
Una camioneta negra me esperaba. Vidrios polarizados, motor encendido. El chofer no dijo nada, ni siquiera un saludo. Me abrió la puerta y condujo en silencio. La ruta fue larga, tortuosa, con giros innecesarios que solo servían para confundir. Un recorrido para que nadie