Capítulo 80.
POV Mila.
No podía sacarme de la cabeza lo que escuché en esa maldita habitación de hotel. Cada palabra transmitida por el micrófono, cada suspiro, cada gemido… el sonido de Lola entregándose a Javier como si fuera yo. Como si disfrutara de ese acto disfrazado de amor. La rabia me quemaba el pecho. Sentía que me arrancaban la piel con cada recuerdo. Ella debía fingir, debía resistirse, debía usarlo como cebo… pero no. No fue eso lo que escuchamos. No fue eso lo que pasó. Esa mujer se dejó llevar, como si de verdad quisiera acostarse con él. Me repetí una y otra vez que estaba fingiendo, que formaba parte del plan. Pero había un tono en su voz, una forma de rendirse… no era fingido.
Estábamos en el coche de regreso a la mansión. Nicolás conducía en silencio. Yo no dejaba de mirar por la ventana, mordiéndome el labio para no explotar. El ruido del motor era lo único que llenaba el aire entre nosotros.
Al fin hablé, con la voz cargada de veneno.
—Ella no estaba fingiendo, Nicolas. No me