Capítulo 103 .
POV Mila
Desperté con un peso extraño en el cuerpo, como si llevara días dormida. La habitación era amplia, con cortinas gruesas y una lámpara encendida al costado. Me dolía la cabeza y tenía la boca seca. Intenté incorporarme, pero los músculos no respondieron bien. Miré a mi alrededor. No reconocía el lugar. La cama era enorme, las sábanas limpias, el aire olía a desinfectante y a madera vieja. En una esquina, un reloj marcaba las nueve y cuarto. No sabía si era de la mañana o de la noche.
La puerta se abrió. Entró un hombre de cabello canoso, traje oscuro, con una mirada que imponía respeto. Llevaba un vaso con agua y una expresión tranquila.
—Por fin despiertas —dijo con voz firme—. Pensé que seguirías dormida un día más.
—¿Dónde estoy? —pregunté.
—En mi casa —respondió—. Te encontramos tirada al costado de la carretera. Estabas inconsciente y con algunos golpes. Te traje aquí para que te revisara mi médico.
Lo miré sin entender.
—¿Qué me pasó?
Él respiró hondo antes de responder.