Julian bajó las escaleras con el cabello aún húmedo y una sonrisa que no podía esconder. Al ver a Luka desayunando y a Kira preparando el té, sintió una oleada de calor recorrerle el pecho. Había algo diferente en el ambiente, en la forma en que los ojos de Kira se encontraban con los suyos, en el modo cálido con que Luka lo saludaba. Era como si, de repente, todo encajara.
—Tengo que ir a la oficina —dijo, acercándose a despedirse—. Es solo por unas horas. Voy a entregar oficialmente mi renuncia.
Kira lo miró con sorpresa.
—¿De verdad?
—Sí —respondíó, con una convicción nueva en su voz—. Quiero enfocarme en algo que realmente me inspire.
Kira sonrió, y Julian, sin resistirse, le dio un beso en la mejilla que se deslizó peligrosamente cerca de sus labios.
—Nos vemos en la noche —susurró Julian.
Mientras Kira y Luka salían rumbo a la escuela, Julian recibió un mensaje de Leo: "Ya estoy iniciando el proceso con migración. Te voy avisando paso a paso. Por cierto, ¿cómo fue tu noche de b