Mundo ficciónIniciar sesiónKira rió, un poco más suelta.
—¿Podemos… escuchar de nuevo? —preguntó, tímida como una niña que pide repetir su canción favorita.
El doctor subió el volumen, tocó con suavidad. El pequeño tambor volvió a llenar la habitación, insistente: tu-tum tu-tum tu-tum. Algo en el cuerpo de Kira se acomodó con ese ritmo. Algo en Julian se deshizo de una piedra que no sabía que llevaba.
La impresión de la imagen salió como salen las fotos en los souvenirs de parques: con un ruido plástico y una emoción antigua. El doctor recortó una para pegarla en la ficha, otra la entregó a Kira con ese gesto ceremonial que nunca parece exagerado. Era un puntito blanco en un mar gris, un cometa inmóvil, una migaja de luz.
—Pa







