VALERIA SANTORO
Me quedé sorprendida al ver a Alessandro, espiando detrás de una pared.
—¿Estás espiando? —Este pega un brinco y luego se voltea con los ojos abiertos—. No esperaba eso de ti.
—Yo no estoy espiando.
Me acerco para ver qué está espiando Alessandro y me doy cuenta de que está observando a Lucas y Antonia.
—¿Por qué los espías?
—Lucas le está pidiendo a tu amiga que se quede.—¡¿Qué?! Lucas enloqueció.
—Antonina no se puede quedar. Correrá riesgo.
—Lo mismo le dije a Lucas, pero no hizo caso y ahora le está pidiendo que se quede. ¡Idiota!
—Voy a hablar con ella. Lo que sea que tengan ellos no puede pasar. Antonina, no la puedes regar.
Salgo del escondite y cuando los dos me ven, ambos dan dos pasos hacia atrás.
—¿Pasa algo? —pregunto como si no supiera nada.
—No —dice de inmediato Antonina—. Le estaba comentando que me pienso ir, pero debo hablar primero contigo.
—Yo igual, Anto —Esta mira a Lucas y él hace lo mismo. Ya la situación no me estaba gustando—. Vamos al jardín