—Por supuesto que no, he invitado a esa chica a unas merecidas vacaciones y eso es lo que tendrá — ¡Como si hiciera algo más que estar de vacaciones y de compras! Piensa Rocco y respirando profundamente se vuelve a mirar a su madre.
—¿Has escuchado algo de lo que te dije?
—Por supuesto, querido y lo siento mucho. ¿Te encuentras bien?
—No, madre, no me encuentro bien, tengo la cabeza a punto de explotar y he dormido muy poco. ¿Por qué? ¿Vas a traerme unos analgésicos? — Su madre, a pesar de ser cariñosa, nunca, ni cuando él era pequeño, logró priorizar sus necesidades y mucho menos atenderlas.
—Enviaré a una chica con analgésicos a tu habitación. Ahora ve a vestirte mientras yo planeo las actividades que podrás hacer con Isabella. — Rocco inclina la cabeza, sabe que el calor afecta a las personas, pero en el interior de la casa tiene un discreto y silencioso aire acondicionado, así que no hay motivos para que su madre haya perdido la cabe