—A ti, por completo. Pero sobre todo, extrañé poder hablar contigo y poder sentir tu cuerpo pegado contra el mío, escuchar tu respiración, cobijarme con tus brazos y tu calor. —Caterina se calla, no quiere dejarle ver que todavía lo extraña, que estar sin él está acabando con ella.
—¿Y si creamos nuevos recuerdos? —Rocco se pone de pie y se quita la parte superior del traje italiano a la medida que, en opinión de Caterina, le va perfecto, revelando una camisa azul clara de la que se deshace en el acto. Se sienta sobre la cama y procede a quitarse los zapatos.
—¿Qué haces? —pregunta ella, frunciendo el ceño.
—Dormir contigo, crear nuevos recuerdos. —dice Rocco dando la vuelta y subiéndose a la cama por el otro lado, levanta las sábanas, se acomoda boca arriba y desciende con delicadeza su brazo por los hombros de Caterina, esperando su aprobación.
Ella respira profundo y se vuelve a mirarlo, acomodando su cabeza contra su pec