Aunque por lo general Rocco parece un hombre imperturbable y cuando la conoció lo era de verdad, con el tiempo aprendió que no está mal demostrar lo que se siente, o no por lo menos a las personas que amas y te aman.
—¿Caterina? —Sospechando que se ha quedado dormida, se lleva una mano a su cabello y suspira. —Bella mia, no sabes todo lo que te he extrañado, y lo que me costó tomar la decisión de fingir mi muerte sin decírtelo, y no lo hice porque no confiara en ti o en tu capacidad de no decir nada, sino porque Ruggieri había pasado mucho tiempo a tu lado, y conocía la forma tan intensa en la que sientes, y si te hubiéramos dicho la verdad, tus sentimientos te hubiesen delatado de alguna forma.
Rocco deja de hablar por unos segundos y acaricia el cabello de Caterina.
—Si estuvieras despierta, me dirías que no tengo razón, a pesar de que sabes que la tengo. No hubieses reaccionado de la forma visceral en la que lo hiciste, delatando a Ruggie