Él le da media vuelta y la apoya contra la pared del baño, mete la mano por entre la cintura de su falta y empieza a masajear su clítoris y su vagina.
— Bésame — le pide Caterina girando su cara, buscando alcanzar los labios de Rocco, que los mueve hacia su cuello. — ¡Por favor!
Rocco se ríe y la vibración la humedece por completo. Él se inclina e introduce sus dedos en su interior, ella gime, lista para sentir sus embestidas.
La gira entre sus brazos, toma su mentón con la mano abierta y se apodera de su boca.
Ella se pega y se restriega contra él, buscando más fricción. Algo le dice que debe detenerse, pedirle una explicación, pero su cuerpo ha tomado la delantera, levanta una de sus piernas, la enreda en su cadera y mete sus manos entre sus cuerpos, buscando bajar su cremallera, mientras lo besa como una mujer desesperada.
Rocc