Capítulo 2

El magnate arrojó su bebida y esta se estrelló ante la puerta. Dos llamadas había hecho a su prometida y ella no respondió. Ian estaba desesperado,jamás le había pasado que Francesca no respondiera su teléfono,por el contrario,tenía la orden de responder bajo cualquier circunstancia. Aunque debía admitir que no era él quien llamaba regularmente,era ella quien lo hacía. De pronto su guardaespaldas entró y la mirada que este traía le hizo suponer que algo no andaba bien.

—¿Donde está ella?.

Evaristo tragó saliva,no quería ser él quien portara tan malas noticias,un hombre como él,a pesar de su aspecto tenía miedo.

—Ha escapado,señor.

—¿Qué? ¿Cómo Que ha escapado?.

El magnate golpeó su escritorio tan fuerte que Evaristo estaba seguro que le arderían las manos más tarde. Tampoco tenía una respuesta a su pregunta. Todos sabían que Francesca estaba asegurada por dos hombres las veinticuatro horas del día,nadie podía acercarse a ella sin que Ian lo supiera,esa era su mujer y todos temían acercarse a ella.

—Uno de sus guardaespaldas está muerto,del otro no se sabe nada.

El hombre tenía la sospecha de que la modelo se había fugado con ayuda de su guardaespaldas,pero era algo que no iba a mencionar. No era tonto,mencionarlo era cavar su propia tumba. Su jefe estaba cegado con esa mujer,que no creería en nadie.

—Ella no escapó,jamás lo haría. ¡Quiero que sin importar nada la encuentres! Y quiero las cabezas de aquellos que se la hayan llevado ¿entendiendo?.

Evaristo asintió para después retirarse de inmediato y cumplir la orden de su jefe.

—Evaristo. Lo llamó antes de que se fuera.— Discreción,nadie debe saber que ella no está,la boda está muy cerca.

Si algo le importaba más a Ian Spencer Que su prometida,era su temida reputación. No iba a ser el hazme reír de nadie,y quién la tuviera iba a pagar con su vida el habérsela arrebatado. Aunque no lograba imaginar quién podría ser capaz de hacer algo así,sólo un nombre se le venía a la mente,sólo alguien con los recursos y el valor para enfrentarlo,Alessandro Bianchi.

Apestar de su orden,él mismo salió a toda prisa. Junto a un grupo de hombres armados se dirigieron al centro de la ciudad,ahí se encontraba su enemigo,Alessandro.

(...)

El hombre dio una mirada desde su balcón,el lugar estaba a reventar. No era ni media noche,pero La Mala estaba a tope,como a él le gustaba. De repente sonaron a su puerta un par de golpes.

—¡Adelante!.

Ordenó,y una mujer de apariencia extraña entró directamente hasta dónde Alessandro estaba,y él hizo un gesto de molestia. No era que la mujer le molestara,pero si lo que ella estaba a punto de decirle. Era su espía,su mujer de confianza cuando se trataba de sus negocios contra Ian Spencer. Que ella lo buscara significaba problemas.

—¿Qué pasa,Maritza? Tal parece que no puedo dar un respiro. Ya chica se encogió de hombros.

—Lo siento,jefe. Pero esta vez es algo gordo.

Él subió arqueo las cejas con anticipación.

—¿De qué se trata?. La mera sospecha le hacía temer por su tranquilidad,no tanto por su seguridad. Ambos estaban en un rango similar como para tenerle miedo a Spencer,pero si temía que su noche se fuera a arruinar.

—Esto es algo muy delicado,he venido con la mayor discreción posible.

—¡Vamos Maritza,habla de una buena vez! Sin tanto embrollo.

La modelo no quería ni hablar,con solo mencionarlo su vida estaba en peligro,pero de no hacerlo llegarían por su jefe en cualquier momento y seguramente lo matarían.

—Francesca ha desaparecido...

Alessandro se giró rápidamente al escuchar aquello.

"No podía ser"

Antes de que Spencer pusiera sus ojos en ella,Alessandro lo había hecho primero. La modelo había pasado algunas noches con él,sin llegar  algo serio. Pero al enterarse de que ella estaba saliendo con su mayor enemigo lo hizo alejarse por completo de ella. Significaba problemas para él,Spencer era un hombre que estaba loco. Obligaba a sus parejas a dejar todo de lado para solo a tenderlo a él,para después botarlas. Pero grande había sido su sorpresa al enterarse de que con Francesca había sido distinto,con ella se había enamorado,grave error en su rubro.

—¿Hace cuánto?. De eso dependía su vida,estaba seguro que con lo enfermo que estaba Spencer,creería que estaba con él.

—Hace casi una hora qué pasó...

"M****a!

—Está por llegar entonces,te agradezco tu lealtad. De su escritorio sacó tres bajos de billetes y los arrojó hacia la chica—. Será mejor que desaparezcas rápido,cuando esto se calme te buscaré para compensarte como se debe.

Ella asintió guardando el dinero y volvió a su papel de fingir que estaba demasiado drogada para saber dónde estaba.

Alessandro con prisa sacó una maleta de mano,en ella echó dinero,mucho dinero,varias armas que tenía en su escritorio escondido y suficientes balas.

No estaba para dar explicaciones,y estaba seguro de que Spencer no las quería,ese sujeto sólo querría venganza.

Salió por su elevador privado hasta la planta baja,en el estacionamiento había varios autos de lujo y otros deportivos de colección.

Subió sus cosas a su srt demon a toda prisa.

Tenía muchos,pero ese sin duda era su favorito.

Nadie tenía acceso a ese sitio,sólo él. Para cuando todos se dieran cuenta,ya estaría bastante lejos. O eso fue lo que pensó.

Al doblar Downtown se percató de que una Cherokee srt 10 venía tras él.

"Diablos

Tenía una oportunidad,aceleró a fondo y aprovechó las curvas de la ciudad para tratar de perderse,pero cada vez los tenía más cerca. Eso solo le confirmaba que Spencer creía que él tenía algo que ver con la desaparición de su novia.

"M****a

¿A él que podía interesarle de esa mujer? Nada,porque desde hacía mucho tiempo sabía que en las mujeres no se podía confiar,es más,juraba que si conocía a una sola en la que pudiera confiar,se casaría con ella.

Estaba por salir de Lombard street ,cuando in nuevo auto le cerró el paso,y esta vez supo que no tendía escapatoria. Dio un volantazo para tomar otro atajo,desde el el otro auto comenzó la lluvia de balas,Alessandro apenas podía pensar,volvió a dar un volantazo,esta vez le había dado en una llanta. Estaban por alcanzarle,de pronto sintió un dolor inimaginable en el cuerpo,le habían disparado. El dolor no le dejaba pensar,pero vió su oportunidad,había un pequeño hospital cerca de donde le había disparado,si podía distraerlos lograría robar algo del hospital para poder curarse la herida,estaba seguro de que la bala había salido,que sólo era un rozon.

Las letras del hospital tenían un corto,podía ver cómo prendían y apagaban un poco.

"Central medic support

Logró colarse apresar de su aspecto. No era un hombre que lograra pasar desapercibido,su uno punto noventa no es que fueran muy discretos. Corrió hasta el fondo de un pasillo,había varias enfermeras muy atareadas con sus labores y charlando entre ellas,no le importaba,sólo quería salir bien librado de esta. Y poder juntar a su gente para ir tras Spencer,lo había tomado por sorpresa y no estaba preparado para enfrentarlo,pero sin duda lo haría.

De pronto vió a una enfermera salir con suministros de un cuarto,y estaba seguro que ahí encontraría lo que necesitaba para poder salir. Entonces él corrió,la puerta estaba por cerrarse y la mujer esa ni siquiera prestó atención,iba demasiado distraída en su teléfono,así que aprovechó para esconderse,aunque no pasó mucho tiempo cuando escuchó que alguien ponía el código de la puerta y trataba de entrar,pero la suerte seguía de su lado al apagarse las luces de pronto.

(...)

—Le recomiendo no moverse,y no hacer ruido. Una voz masculina la advirtió mientras le apuntaba directamente.

"Así que no se había equivocado al escuchar ruidos.

De pronto la luz regresó,así que por instinto se giró para ver a su atacante. Él era muy alto,portaba un traje y camisa negra,pero sostenía un arma en una mano y con la otra se cubría una herida a la altura de la costilla. Se notaba bastante peligroso a pesar de su herida.

¡Busquen por todos los pasillos!

Ella le volvió a lanzar una mirada con suficiencia.

"¿Ahora quien tenía acorralado a quien?

—Bien guapa,ayúdame y no te arrepentirás.

Ellis sonrió con sarcasmo.

—Ya me arrepiento.

¡Por algún lado tiene que estar,búsquenlo!

—Te recompensaré bien,pero ayúdame.

Se debatió sólo un instante,él estaba herido y su primer instinto era obviamente salvarlo.

Caminó hacia la puerta,él le lanzó una mirada advertencia,ella tomó su zapato y se lo mostró mientras apagaba las luces. Alessandro entendió que ella sólo cerraba la puerta y ese zapato era el que hacía que no se cerrara.

¡No está por ningún lado!

Los hombres estaban muy cerca y podían escucharlos.

¡Abre esta puerta!

Los hombres intentaron abrir la puerta pero fue inútil,se abría solamente por código.

"Maldita sea,se escapó sin que lo viéramos...

Pudo respirar al notar que los hombres se alejaban,pero la que no dejaba de verlo era la Doctora que lo había ayudado.

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