—¿Llevas todo lo que necesitas?. Ian había insistido en que se llevara todo el maquillaje que había tocado. Ella por supuesto creyó que era demasiado,además le aclaró que era cosa de chicas el ir y probarse colores que no iban a comprar,que para eso eran las muestras. Él rodó los ojos,y se acercó a una vendedora que los seguía de muy cerca. Por primera vez tuvo la sensación de que lo seguían porque creían que iba a robar algo. Así que lo hizo también por ego. Se acercó a la vendedora y le pidió que empacara todo lo que su esposa había tocado. La vendedora asintió,el pudo comprobar que si los vigilaba,puesto que supo que era todo lo que Emma se había probado .
Era nueva esa sensación, y si, quiso ser un poco presuntuoso. Porque la mujer al ver lo que iba a a consumir, sonrió satisfecha. Seguramente la comisión sería buena.
—¿Crees que necesito todo eso? —Emma frunció el ceño mirando las bolsas que la vendedora empacaba con premura—. Es maquillaje, Ian, no oro.
—Tú tocaste todo