Los ánimos en la sala se tensaron, El CEO De Russie era bueno, tenía mucho prestigio su compañía a nivel internacional, él mismo la había llevado a esa envidiable posición, así que no se explicaba que había pasado, y por qué había no había logrado ganar.
Dimitrir que pocas veces sonreía, se puso de pié para saludar y cerrar el trato con los miembros del consejo. Había ganado esa importante licitación para su empresa, y todo era trabajo suyo ya que él mismo hizo la presentación, no su equipo, él con su experiencia, talento, e inteligencia.
— !¿Qué...!? — Angy dijo en apenas un susurro. La vida le estaba poniendo a su ex marido de nuevo en el camino, ellos tendrían que trabajar codo a codo, se hablarían todo el tiempo, se verían todo el tiempo, eso no podía ser posible cuando ella lo que quería era todo lo contrario.
— Señorita Diamich, ¿No me va a felicitar? Gané con mi propio esfuerzo, oh, pero te vez un poco pálida, ¿Quieres un poco de agua? — El CEO Darkok le acercó una bot