Lucano no está fuera de peligro.
El sonido de las máquinas que estaban cerca de su hijo, verlos inconsciente y con su rostro ensangrentado y amoratado, casi vuelve loco al CEO, si la personas supieran la dedicación que había puesto para cuidar y criar a su hijo, tantas veces que cabeceaba por las noches mientras lo arrullaba y no quería dormir.
Doménico con mano temblorosa tomó la manito de su hijo, por lo menos estaba tibio, el niño estaba canalizado, lo estaban medicando para el dolor, y vigilaban sus signos vitales.
— Está... muy golpeado... Pero quiero saber cuál es su situación real, ¿Su vida... Su vida corre peligro? Quiero que sea honesto conmigo mi esposa está en camino aquí, y lo que sea que esté pasando, quiero ser yo quien le informe de la situación.
— Señor Lombardi, quisiera poder responder su pregunta, pero ahora mismo debemos observar como reacciona el cuerpo del pequeño, estamos esperando los resultados de otros estudios, es necesario saber si algún órgano interno está dañado.
— ¿Y entonce