El CEO Black deseaba más que nada poder ir a toda prisa con su nieto, pero sabía cómo hombre práctico y de decisiones frías que era que debía ir a la escuela para investigar que fue lo que sucedió con él.

— Está bien, iré allá, pero tienes que cuidar bien de Stella y de Lucano, no voy a detenerme hasta saber con certeza lo que pasó. Te contaré después. — El lujoso coche de edición limitada salió de la mansión Black, el magnate iba decidido a obtener resultados a como diera lugar.

(...)

A la mansión de su hermano, el CEO Lombardi llegaba y bajaba de su coche con elegancia. En menos de nada ya estaba tocando el timbre. La mucama le abrió pensando en que era su señor.

— Señor, bienvenido, la señora se encuentra en el jardín trasero, pero... ¿Qué no usted llevaba otro traje cuando salió a la compañía?

— No soy Doménico, soy su hermano Dominic, y necesito hablar con la señora de inmediato, llévame con ella. — El CEO ordenó con seriedad.

Atravesaron la gran villa, Stella se