En la sala de urgencias infantiles, Vladimir estaba bastante alterado, el niño que solía ser frío y que no se detenía a ver nada que ni fuera de su interés, lloraba culpándose del accidente de su madre.
— Vladimir, intenta respirar, trata de calmarte, Angelic va a estar bien, ya los doctores la están atendiendo, seguro que se va a reponer.
— Es mi culpa, yo le llamé porque papá tiene a esa novia, por eso no le hablo de mi, y tampoco se mamá, no quiero a papá, tío Doménico, adoptame como tú hijo, o tú, tío Rafael, no quiero ser hijo de un hombre que engaña a su esposa.
El niño negaba con la cabeza, estaba muy angustiada por su madre, verla sangrada del rostro, inconsciente y casi muerta, había sido horrible para él.
— Basta, basta, ven aquí, el apuesto CEO Mendoza logro atraerlo hasta él y lo abrazó. — Dimitrir no le ha sido infiel a tu madre, fué todo un mal entendido, él la ama más que a nada en el mundo, y también a tí, yo soy testigo de lo mucho que te ha cuidado desde que