Rafael y Doménico llegaron lo más pronto posible al hospital. Al CEO Darkok todavía no le daban ningún informe respecto a su esposa o a su hijo. Cada momento que pasaba se angustiaba más.

— Dimitrir, aquí estamos. — Dos CEOS perfectamente vestidos en traje hechos a medida, llegaron como la caballería, para el CEO Darkok.

— ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo ocurrió todo? — Preguntaba el CEO Mendoza.

Todo fue un mal entendido, hace poco hice una clienta nueva, estuvimos trabajando en su proyecto, pero al parecer ella se imaginó otra cosa, y hoy que vió a Vladimir en mi oficina dijo cosas muy fuera de lugar.

— ¿Vladimir no asistió al colegio?

— No, no asistió, Doménico, llegamos tarde y nos cerraron la puerta. El caso es que la mujer me reclamó por no haberle dicho que estaba casado y que tenía un hijo.

— ¿Cómo se atreve? Es solo tu clienta, no tienes porque hablarle de tu vida privada.

— Exacto, pero como un día antes yo le reclamé a Angelic que no le dijera a uno de sus clie