La pedida de mano. Los CEOS niñeros.
La mirada penetrante de Lucano Black, estaba fija en esa tercia de CEOS que aunque exitosos habían llegado con unos gemelitos, algo un poco extraño.
El dueño de la villa bebía relajado su café mientras esperaba una respuesta.
— Si, bueno... Sucede que hoy es noche de chicas, se reunieron para jugar poker en casa de Dominic Lombardi, su esposa Kei será la anfitriona, y mi esposa me ha dejado cuidando de los mellizos.
— ¿Y usted, CEO Darkok? ¿Está intentando una nueva faceta, o es que le gustan mucho los niños?
— Yo solo soy el padrino, Rafael me obligó a cargara a su heredero para que lo arrullara.
El CEO Mendoza mal miraba a su compadre.
— Ya veo, parece que son muy solidarios.
— Si, somos mejores amigos. — Doménico Lombardi decia a su suegro.
— Papá... quiero una galleta, tengo hambre. — El pequeño Emiliano interrumpía la conversación.
— Yo también quiero una galleta, papá...
La vocesita de los bellos gemelos se escuchaban.
Doménico y Dimitrir no sabían