—¿Qué significa esto? —La voz de Isabel cae como un balde de agua helada. Está de pie en el umbral, con las manos apretadas sobre el pecho. Kevin reacciona primero: empuja a Verónica con brusquedad, sin importarle si cae o no.
—Quiero que esta mujerzuela se retire ahora mismo de la empresa, Kevin.
—Señora, yo…
—Nadie te autorizó a abrir la boca. ¿Qué esperas para largarte de la oficina de mi nieto? —La mirada de Isabel es un filo, y Verónica, tragándose la humillación, obedece y sale.
—Abuela… lo que vio es un malentendido —Kevin exhala pesado.
—Quiero que te alejes de esa mujer. Dices que intentas algo con Leah… y te encuentro besándote con la hermana de tu difunta esposa. ¿Ese fue el ejemplo que recibiste de mí?
—Por supuesto que no. Ya le dije que fue un movimiento inesperado de Verónica, nada más —Kevin intenta serenarla, sentándola.
—No me decepciones, Kevin.
—No lo haré. Fue un impulso, no algo que yo iniciara.
—No te hagas el inocente. Eres hombre: nadie entra si no s