TIENES MI APOYO TAMBIEN.
-Hola Berat, ¿podríamos vernos por favor?
-Hola hermosa, claro que sí, tu solo dime donde, estoy en mi oficina en el centro.
-¿Hay problema si voy para allá?
-Ven acá te espero, dijo el Turco algo preocupado.
Zaira llegó a la oficina de Berat, era algo pequeña, ya que solamente estaba en el país por algún tiempo, su empresa principal estaba en Turquía.
Al encontrarse con él, Zaira no pudo más que llorar desconsoladamente.
-¿Niña, que ha pasado, porqué las lagrimas?
-Ay Berat, sé que puedo confiar en ti, sé que no dirás nada y necesito sacar esto que llevo dentro, dijo Zaira entre sollozos.
-Tú sabes que si, ven, dime que ha pasado. ¿Estabas en la empresa de Fabbri, ya fuiste a la entrevista?
-Por donde comienzo Berat, es una larga historia, ya sabes la historia de mi padre y todo eso, pues mi madre cayó en el hospital, necesitaba una cirugía urgente, su vida dependía de eso Berat, creo que mi tío Arnold ya te lo ha comentado, pues ese día yo estaba en el café que te he comentado, esta