Dante con la sonrisa mas gigantesca y entre aplausos y risas fue por su regalo, al abrir la caja, no pudo evitar mirar a Zaira a modo de disculpa, leyó la tarjeta y sonrió.
Cuando abrió la pequeña caja y miró el collar que él le había regalado, supo que ella estaba dispuesta a marcharse para siempre y que no habría nada que él pudiese hacer para detenerla, el que ella hubiese dicho que era el amor de la vida le daba esperanza de que pudiera reconquistarla y porqué no, arrebatársela a Emiliano.
-Gracias por el presente, pero de esto debemos hablar, dijo él acercándose a su oreja y haciéndola estremecerse al escuchar aquella ronca voz tan cerca que la volvía loca.
-Gracias Zaira por tu obsequio, el un licor absolutamente delicioso y que trae a mi vida hermosos recuerdos, espero poder compartir esta botella contigo, dijo él guiñándole un ojo.
La entrega de obsequios continuó, Dante volvió a la mesa, Zaira ni lo miraba, ella estaba muy apenada por lo que había salido de su corazón, ella sabía que el hombre tenía una relación con Gemma y que se casarían y Dante por otro lado, estaba seguro de que la chica mantenía una relación con Emiliano Forbes.
Cuando terminó la actividad, Dante le pidió a Zaira que lo acompañara a la oficina que fue de ella, que necesitaba mostrarle algo que era importante para ambos, al llegar a la oficina, el hombre mostró el pequeño artefacto y los documentos que Malcom le había entregado respecto a la investigación que habían llevado a cabo y ahí se podía mostrar perfectamente bien que Gemma era la autora de aquel delito y que por eso ella sabía lo de los dos millones de euros, que él jamás había dicho nada, ni cuando Berat lo había enfrentado en su oficina.
-¿Mi tío Berat habló contigo, cuando?
-Sí, él me contó la verdad que tu nunca me dijiste Zaira, tenías que haberme contado lo de tu madre. ¿Por qué no lo hiciste?
-Porque estaba desesperada, fue la única cosa que podía hacer en el momento, yo nunca había estado con un hombre, sé que no te diste cuenta, pero así fue, estaba muy nerviosa, por eso la botella de tu costoso whisky fue quien pagó la factura.
-Por qué no me dijiste lo que pasó realmente cuando Gemma te llamó?
-¿Me habrías creído Dante?
El hombre guardó silencio, sabía que ante la idea de que dañaran a su hijo, no habría creído en nadie, él habría dudado de la mujer que tenía en frente y era algo que no se perdonaba.
-Pero tú tenías la grabación, yo la escuché Zaira.
-Sí, pero jamás le habría hecho daño a tu hijo y si te mostraba la grabación, seguramente habrías discutido con Gemma.
-Ay mujer, todo contigo lo he hecho mal y el karma ha hecho lo suyo.
-¿Emiliano Forbes, como están las cosas con él? Preguntó Dante esperando una daga en su corazón.
-¿Qué con él?
-Siempre los veo juntos, y esa mujer, Claudia la fotógrafa, ¿qué relación tienen, son familiares o qué?
-Ella es su prometida, se casarán pronto, respondió Zaira sabiendo que eso calmaría a Dante.
-¿Qué me acabas de decir, tu y Emiliano no tienen una relación?
-Por supuesto que no, no sé de donde sacaste esa historia Dante, ¿Porqué siempre tienes que imaginar y nunca preguntar?
-Porqué me vería como un completo imbécil, Zaira entiendo, siempre he tenido una relación, desde que tengo dieciséis años, siempre ha sido algo sexual, nunca me había enamorado como contigo, no quise aceptarlo, no quise que mis sentimientos se fueran con una prostitu#&, porque eso era lo que pensaba de ti, porque nunca me dijiste las cosas como eran.
Con lo de tu madre, si me lo hubieses dicho yo te habría dado el dinero sin pensarlo, para mi dos millones de euros no era tanto dinero, pero para tu madre, habría sido la vida, nunca le había pegado a una mujer para llevarla a la cama, nunca me había sentido tan miserable ni con tanto miedo como cuando te miré en el sofá de la cabaña dormida y tan frágil; tuve que correr de tu lado, pero no dejaba de pensar en ti, así que por eso tuve que obligarte a estar a mi lado gracias a un contrato, me he sentido miserable por eso, pero cuando hablé con Berat supe que no era el hombre indicado para ti, que soy una porquería de ser humano.
Por eso hice todo para poder devolverte algo de lo que te quité, la empresa de tu padre, limpiar el nombre de Aarón que fue mi amigo, no sé que mas hacer para que me perdones Zaira.
Cuando el hombre dijo eso, la chica se acercó y lo besó suavemente.
-Zaira una vez te dije que “yo no podía exponerme contigo como si fueras mi novia, tenía una imagen que es la imagen de mis empresas que la paso bien contigo, me excitas de manera increíble como nunca nadie lo ha hecho, hacemos el amor de manera fenomenal, pero no seré yo quien salga contigo en una revista o te lleve a cenar y te bese frente a todos en un restaurante o quien te lleve de la mano al altar” ¿lo recuerdas? Nunca en mi vida estuve mas equivocado, eres el amor de mi vida y te amo como a nadie, eres la mujer que quiero llevar al altar, que cuando me vean así de feliz, sepan que es por ti Zaira Smith, eso quiero para mi vida, dijo el hombre mirándola a los ojos mientras la abrazaba.
Él comenzó a besar a la chica, podía sentir como su cuerpo iba relajándose, la llevó hasta la mesa de billar que tenía en la oficina.
-Solo deseo que me hagas el amor, quiero sentirme tuya en todo.
Él la miró ella pudo sentir como su miembro entraba en su cuerpo después de levantar su vestido, después de besar su cuello y sus senos que lo volvían loco sus embestidas eran fuertes, sentir ese hombre sobre ella, era lo mejor de su vida, a pesar de las circunstancias que acababan de vivir.
Ella gemía de placer, Dante la besaba con pasión, sentía un poco de dolor, el tamaño de su miembro, hacia que doliera, pero no le tomaba importancia a aquel dolor, en ese momento, se sentía la mujer más dichosa del mundo, ella acabó completamente satisfecha, él al mismo tiempo, por su cara supo que lo había disfrutado también.
Se quedó sobre ella por un buen rato, besándola tiernamente, en ese piunto ya no había ropa en aquellos cuerpos.
Zaira apenas y podía hablar, “estoy perfectamente bien” le dijo llevando sus manos de arriba abajo en su espalda.