Ámbar
—Amiga, ¿qué fue lo que te dijo? —me pregunta Ruth.
Mía ya se ha marchado. No sé si renunciará, pero desde luego que no puedo despedirla, no después de todo lo que me dijo.
—¿Sí es esposa de ese cabrón?
—No solo eso, Ruth. Joshua es… un verdadero monstruo —susurro—. Es el ser más despreciable y asqueroso que…
Le pego al escritorio y el portarretrato de mis hijos se voltea. Cuando lo recojo, los miro y se me llenan los ojos de lágrimas.
—De acuerdo, todo lo que te dijo es peor de lo que pensabas, ¿verdad?
Mi amiga se acerca y me rodea con los brazos. Asiento con la cabeza y dejo salir las lágrimas, sin saber qué es lo que me duele más. Lo único que sé es que quiero ver a David y aclarar todo.
Sin embargo, primero tengo que enfrentar a Joshua y decirle a la cara todo lo que pienso.
—Él tuvo que ver con la noticia sobre David —murmuró—. Está casado con la hija menor de los Betancourt, hermana de esa tal Renata.
—Ay, madre, ¿qué dices? —Ruth se aleja, as