EL ÚLTIMO SABUESO DE DIOS.
Jean Chastel se sentó en viejo tronco de madera, el anciano se sentó al lado de él, Jean Chastel miraba en dirección del bosque, y le pareció ver sombras que se movían entre los árboles, al instante quiso preguntar, pero se detuvo en el mismo momento, —hace algunos siglos, en un poblado de la frontera entre Italia y suiza, se había levantado un rumor, sobre unos hombres lobos, —dijo anciano.
—en esa época, las brujas cazaban niñas, y niños en los bosques, había hechiceros, y hombres lobos, que según me fue informado, no eran más que los propios servidores del señor del bosque, —¿el señor del bosque? ¿Quién es? —irrumpió Jean Chastel, —yo, mismo, he combatido contra él, y muchos de mis compañeros se han enfrentado a él, y ahora están en la tumba, —siguió el anciano.
—el señor del bosque no es otro, que el mismo diablo, que se disfraza de hombre, y habita en los bosques de Francia, el origen de los hombres lobos, y me temo que la bestia que ahora azota el condado es obra del señor del b