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Capítulo 38.

Jenn:

Después de aquella llamada de Dak Ho, no he dejado de pensar en el. Quisiera saber que es lo que le pasa realmente. Se escuchaba muy mal cuando me llamo, me dijo que tenia un tumor, pero creo que hay algo más. Necesitaba respuestas.

Se que no estamos en nuestro mejor momento pero, es el padre de mis hijos. Hasta donde se, el anciano no lo ha dejado salir de la casa, Jiwon me dijo que tenía algunos informantes dentro de la mansión del anciano.

No está bien, Dak Ho no está bien y eso me tiene preocupada.

Aquella llamada, cuando hablaba se escuchaba realmente destrozado cosa que a mi me tenia muy mal por que no sabia que era realmente lo que tenía.

Quisiera poder alejarme de este lugar e irme lejos con mis hijos, pero se que ellos no me dejaran en paz si siguen con vida. Irme sería como huir y no quiero que ellos piensen que ganaron. No señor.

Justo ahora estaba yendo hacia el sótano en donde tenían a Areum. Pedí que no la tocaran, que solo le dieran pan y agua así como ella hizo conmigo por casi seis meses cuando estaba encerrada en ese lugar estando embarazada de mis hijos.

No pensaba matarla hasta que me diera lo que quería.

Al entrar pude sentir el olor putrefacto emanar del lugar, cosa que me hacía sentir poderosa por que estaba dándole en una de las cosas que mas le dolia, su aspecto. Ella debía pagar lentamente por todo lo que me hicieron, ella y el maldito anciano.

—Que asco me da verte asi —me crucé de brazos y sonreí—, se siente tan bien.

—Estupida gorda —respondió con sorna— ¿Crees que me quedare demasiado tiempo aquí? —soltó una risa— ellos vendrán por mi y yo, te asesinaré.

—Pobre perra —negue mientras reia— ¿crees que los Kang van a venir por ti? —chasqueé la lengua—, que ilusa eres si lo crees.

—Debí matarte con tus mocosos adentro..

—Esas palabras no me afectan Jeon Areum —tome una silla y me senté lejos de ella—. Te metiste con la persona equivocada y yo, voy a hacer tu vida un infierno ¿Sabes por que? Por que tengo de mi lado a Dak Ho, Ryosuke y Jiwon... Tres hombres que están dispuestos a dar la vida por mi.

—Disfrutalo mientras puedas, Dak Ho está enfermo y está muriendo lentamente.. —sonrió— Y cuando eso pase, me reiré de ti.

—Claro, el tema no es Dak Ho en este momento, si no, el anciano. Tu conoces todo sobre ellos, sobre sus movimientos, sus lugares de reunión... Y no lo niegues, por que te acostabas con In Hu, el nos dio solo un poco de la información pero nos dijo que tu —la señalé—, sabes algo.

—¿Que te hace creer que te dire algo? —sonrió— No querida, no te dire nada.

—Perfecto, te dejaré pasar hambre unos días más para que reflexiones, te quitaré el agua y tendrás que beber tu propia orina —sonreí.

Iba a ponerme de pie pero ella hablo.

—Espera, no hagas eso...

—Ya no me interesa escucharte, vendré mañana con comida buena y caliente, también con agua para que te limpies, pero a cambio quiero información sobre Dak Ho, necesito que me digas cómo sacarlo de esa casa.

—Te lo diré..

—Pero no hoy, me aburri de tanto parloteo, así que espero que mañana me digas lo que quiero escuchar y si me mientes, hare que uno de mis hombres te saque una a una las uñas de las manos.

Me puse de pie y comencé a caminar hacia la salida. Ella no hacía más que gritarme que me mataría. Yo solo reia por que en serio disfrutaba escucharla gritar y suplicar.

(...)

—¿De verdad sacaras a Dak Ho de ahí? ¿Estas loca Jenn?

—No lo estoy Jiwon, quiero sacar a Dak Ho de esa casa, está enfermo y lo sabes... Algo me dice que lo están enfermando a propósito.

—¿Tu también lo crees? —mire a Suke y asentí— El anciano no dejará que salga de la casa.

—El me dijo en la llamada que se comunicaba contigo —mire a Jiwon— ¿Te ha dicho algo?

—Tiene dias que no me llama, no se si esta bien o no... Me parece una locura lo que harás —se alejó de mi—, quieres ir por el después de que no te creyera.

—Jiwon, por favor..

—Es por que lo sigues amando ¿no es así? —me miró dolido— ¿Después de todo lo que pasó sigues amando a ese par?

—Entiende que no es culpa de nadie... Todos confiamos en la persona equivocada.

—Entiende que Dak Ho idolatraba a su abuelo —respondió Suke—, el anciano le dio el amor que el necesitaba, nos hizo creer a todos que estaba de acuerdo con nuestra relacion, no hables si no sabes idiota.

—¡Ustedes no la encontraron en el río medio muerta! —exclamó.

—¡El nos hizo creer que ella estaba muerta!

—¡Basta! —me puse en medio de los dos— No se trata de buscar culpables ahora, se trata de sacar a Dak Ho de ahí, el viejo lo está matando para tenerlo bajo control, ese anciano no quiere a nadie, solo quiere buscar un heredero a quien pueda controlar... ¿Lo entienden? Así que dejaran esto aquí.

—Como quieras, pero no vengas a llorar cuando te fallen de nuevo.

Jiwon se fue de mi habitación realmente molesto.

Yo no pienso en el rencor ahora, solo estoy preocupada por Dak Ho, lo que más quiero ahora es rescatarlo de esa casa. No puedo dejar que siga en manos del anciano más tiempo.

—Jenn —mire a Suke—, lo sacaremos de ahí —me tomo de las mejillas—, ya verás.

—No quiero que nada malo le pase —susurré—, yo... Yo aun lo amo —cerré mis ojos—. Los amo a los dos pero ahora me siento tan confundida.

—Quieres a Jiwon —lo mire, le asentí—, eso se te nota.

—Lo siento yo..

—No lo sientas —besó mi frente—. El ha estado contigo estos cinco años nena, es lógico que sientas algo por el.

—¿No te molesta?

—No —negué—, sabes que jamás me molestó compartirte con nadie y por mas que no me agrade el sujeto, se ve que te quiere y que quiere protegerte.

—Yo solo quiero olvidarme de todo esto y ser feliz, irme lejos con mis hijos —susurré—. Poder estar en paz con mis niños.

—Pero si dejamos al anciano y todo su clan con vida, nos van a perseguir y eso no es justo... Por eso, me iré a Japón.

—¿Que? ¿Irte?

—Solo serán por un par de semanas, necesitamos aliados y se que me darán el apoyo que necesite.

—No —me aleje de el—. No pienso dejar que te vayas Ryosuke.

—Te juro que no quiero hacerlo, pero no entiendes lo enorme que es el clan de los Kang, ellos no solo tienen aliados en Corea, también en Japón.

—¿Cómo lo sabes? —fruncí el ceño.

—Dak Ho me lo contó una vez pero no le preste atención, hasta ayer fue que lo recordé, mi clan Tanaka en Osaka seguro tendra alguna información o yo mismo los encontraré, si queremos vencer a los Kang, tenemos que eliminar su clan en Japón.

Tiene sentido puesto que los Japoneses son mas peligrosos que los mismos Coreanos. Pero no quiero que se vaya, no quiero que se aparte de mi y nuestros hijos.

—Solo déjame ir ¿si? Te juro que volveré.

—Vuelve conmigo y mis hijos —me acerqué a el—, juramelo.

—Lo juro por mi vida —Volvió a tomar mis mejillas—, te prometo que regresare. Tengo que enmendar todo lo que hice en el pasado nena, solo asi obtendre tu perdón.

Estaba asustada, no quería volverlo a perder. Por más que fuese, es el padre de mis hijos.

(...)

En la noche..

Deje a mis pequeños en la cama. Habían pasado toda la tarde jugando junto con Ryosuke, luego Jiwon se unió a ellos. Se que Jiwon los odia por muchas cosas, pero el no entiende lo que pasó entre nosotros tres.

El amor que les tengo va más allá de mi odio. Tanto ellos como yo, confiamos en quien no debimos. Me sorprende la magnitud de sus manipulaciones, que toda aquella historia del abuelo de Ryosuke, aquella mujer que ni siquiera existió.

El solo quería ganarse nuestra confianza para poder separarnos de la peor manera.

Escuchaba las voces de ellos en la sala. Por primera vez estaban teniendo una conversación sin pelear o discutir. Creo que Suke estaba explicándole lo que haría en Japón.

—Lo que harás es arriesgado, si mueres, ella se va a destrozar ¿lo sabes?

—Lo se, pero debo hacer algo... Y en Japón podrán ayudarme con ese asunto... Pero cambiando el tema ¿de verdad, Amas a Jenn?

—Claro que la amo —sonreí al escuchar a Jiwon—, he sido demasiado paciente... Pero no puedo forzarla a que me ame cuando los ama a ustedes, de hecho, siguen siendo unos idiotas, ella vale demasiado para ustedes.

—Claro que lo vale, por eso estoy dispuesto a darlo todo por ella.

Decidí entrar a la sala, ellos al verme se callaron.

—No están peleando, eso es bueno, todo por la paz.

—No creas que me agrada hablar con el.

—Lo mismo digo —dijo Jiwon.

—Bueno, pero tienen que aprender a llevarse bien, los dos me quieren ¿no? —asintieron— Es momento que lo demuestren tratando de llevarse bien.

Sonreí un poco, quizá lo que esté a punto de hacer es arriesgado, pero debo hacerlo, no, no debo. Quiero hacerlo.

—¿Que haces?

Ignore la pregunta de ambos. Comencé a desvestirme lentamente ante la vista de ellos. Pude ver como ambos se relamieron los labios al verme desnuda ante ellos. Di un par de pasos hacia atrás y así, comencé a caminar hacia el pasillo para ir a mi habitación.

Cuando entre me sente en medio de la cama, sonreí al verlos a los dos entrar. Jiwon cerró la puerta con fuerza.

—¿Estás segura de esto?

—Muy segura.. —respondí—, vamos, desvístanse para mi —sonreí— Sin vergüenza.

Ambos sin pudor alguno comenzaron a desvestirse. Hace tiempo que no me deleitaba con una vista como esta, de un hombre tatuado por completo y otro sin nada de tinta encima.

Sería la primera vez que haría algo como esto, por que el otro hombre era Dak Ho.

Pero después que lo traiga conmigo y se recupere. Planeo que me tomen los tres, por que si, los quiero a los tres solo para mi.

Ryosuke tomó la iniciativa de subirse a la cama, mi cabeza se fue hacia atrás cuando comenzó a pasar su nariz por todo mi cuerpo, me encantaba cuando hacia eso. Su rostro quedó cerca del mío y me sonrió de lado.

Se vio tan sexy cuando mordió su labio inferior, luego comenzó a besarme con mucho deseo, era como si estuviese esperando hacer esto durante mucho tiempo. Su lengua comenzó a meterse dentro de la mía con mucha habilidad.

Un gemido ahogado salió de mis labios al sentir a Jiwon metido entre mis piernas. Su lengua estaba haciendo un desastre en mi intimidad. Luego Ryosuke se puso de pie y se posó a mi lado, mi vista se fue hacia Jiwon que seguía metido entre mis piernas.

Ryosuke tomo mi mentón e hizo que lo mirara mientras que yo, gemía por el placer.

—Mirate nena, estas hermosa —murmuró—, abre la boca.

Obedecí ante su petición. El comenzó a bajar su bóxer lentamente hasta que su enorme dureza salio, el me tomo del mentón y acercó aquella cosa a mi boca. Ryosuke abrió la boca y jadeó al sentir como lo introducía en mi boca con mucha facilidad. Me tomó del cabello para ayudar a moverla. Lo saque de mi boca para poder gemir por que Jiwon estaba metiendo sus dedos en mi. Yo estaba retorciéndome de placer, volví a Ryosuke quien me embestía la boca con rudeza haciendo que las arcadas aparecieran, lo sacaba para poder respirar, luego lo volvia a meter.

—Suficiente —dijo el—, hazla correr.

Ahora el que daba las ordenes era Ryosuke. Jiwon obedeció ante su orden, Jiwon comenzó a embestirme con sus dedos hasta hacerme correr. Jadeante caí a la cama, pero Suke acercó su rostro al mío.

—Aún no terminamos nena —sonrió—, tu lo pediste, lo tendrás. 

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