Inicio / Mafia / Jenn. / Capítulo 27.
Capítulo 27.

Jenn: 

Escuchaba ruidos a lo lejos, muchas voces. Voces que reconocía, la de ellos o al menos a Dak Ho. Abrí mis ojos y un par de hombres enormes estaban frente a mi. 

—Nena —se acercó a mi— ¿como te sientes?

—Dak Ho —susurré—, estás aquí.

—Aqui estoy linda —acaricio mi cabello.

No pude evitar llorar, aunque me dolía todo no me importaba. Estaba aquí conmigo, crei que moriria sin verlo.

—¿Donde esta Ryosuke?

—Fue por comida —beso mi frente— Llamaré al médico, luego hablaremos de lo que paso. 

Le asentí, honestamente me sentía un poco cansada, todo el cuerpo me dolía. El envió al señor Park por el médico, en ningún momento me soltó la mano. Aun estaba asustada. 

El medicó entró y empezó a revisarme, la herida que estaba en mi costado ya estaba sanando. Al parecer todo estaba en orden, luego recordé algo. 

—Doctor ¿mi bebe esta bien? 

—Pues, sus bebés están bien —me sonrió—, afortunadamente usted resistió y todo esta en orden, aun así debe descansar lo más que pueda. Vendré a verla en unas horas. 

No lo podía creer, tendré dos bebés. 

—Gracias doctor. 

El salió junto a la enfermera, el señor Park fue por Ryosuke. 

—¿Lo sabías? 

—Si, despues que te fuiste tuve un fuerte mareo —murmuré—, me había hecho una prueba ese mismo dia y salio positivo, no pensaba decirles hasta que llegaras, pero luego sucedió eso...

—Tanaka está loco —rio—, yo igual, pero ahora quiero saber que fue lo que pasó aquella noche. 

—Había salido tarde del periódico. 

-Flashback- 

Guardaba mis cosas, estaba por irme pero escuche ruidos, voces de algunas personas así que me oculte, busque mi teléfono pero estaba casi sin batería. 

No hablaban solo murmuraban cosas, no podía entender bien lo que decían.

—Booh —jadeé al ver un hombre frente a mi, tapo mi boca antes de que pudiera gritar. 

Con mucha fuerza me saco debajo del escritorio y me pego contra la pared, detrás de el habían dos hombres mas, no quite mi vista de ellos, quería averiguar de dónde eran y por alguna razón me resultan familiares.

—¿Que es lo que buscan? —fue lo primero que pregunte.

—A ti preciosa. 

No son japoneses, son americanos. Además de que la organización de Ryosuke me respeta. 

Jadeé al sentir algo atravesar mi abdomen, era una larga katana. Ellos destrozaron mi oficina mientras me caía al suelo. Tome mi teléfono como pude y llamé a emergencias. 

-Fin del Flashback- 

—Sabía que los Yakuza no habían sido —me dijo el—, no te preocupes por nada ahora ¿si? Concéntrate en recuperarte... Nuestros bebés te necesitan fuerte. 

Poso su enorme mano en mi vientre y sonrio, no pensaba que esto iba a alegrarlo de esta manera. Estaba asustada de no poder lograrlo. 

Ryosuke entró a la habitación algo agitado, al verme se soltó a llorar y vino a abrazarme, luego me beso el rostro. 

—Joder, no sabes lo asustado que estaba —unió su frente con la mia—, le estaba rezando a todos los santos existentes para que estuvieses bien.. 

—Lo estoy amor. 

—Los bebés ¿están bien? —miro a Dak Ho. 

—Lo estan, tranquilo dramático. 

—Idiota —me miro y sonrio— estas hermosa. Te extrañe tanto. 

—Y yo.. —le sonreí. 

Se separo de mi y miro hacia la puerta e hizo una seña, sonreí al ver a todos los chicos de Ryosuke entrar con flores y globos, todos se acomodaron como pudieron e hicieron una reverencia hacia mi. 

—Los chicos vinieron a verte —me dijo el. 

—Teníamos que venir, nuestra señora estuvo en peligro —dijo uno de ellos—, cuente con nosotros para buscar el que le hizo esto. 

—Chicos, gracias por venir. 

—No hay de qué señora —volvieron a hacer una reverencia—, nos retiramos. 

Dejaron las cosas en la habitación en orden, luego se fueron. Suke me miró con una ceja alzada. 

—No sabia que habias ido al barrio chino a verlos —suspiro—, fuiste sola. 

—Con Hirai, quería hablar con todos. 

—¿Cuando fue eso? —me pregunto Dak Ho.

—Dos días antes de lo que pasó, no le dije a nadie... Hirai me ayudó a prepararles comida y les lleve, me he ganado  su respeto mediante la comida —sonreí un poco—, todos parecen serios, pero son bastante buenos y educados. 

—¿Educados? Han matado gente ¿lo sabes?

—Lo se, pero a mi me trataron bien, así que tengo su respaldo. 

—Sabia que seria buena lider —Dak Ho sonrio de lado—, por cierto, tus padres estan aqui, estan en el departamento descansando. 

—No puede ser —susurre— ¿como..?

—Tranquila, no saben nada, pero si se preocuparon un poco —Suke se sentó a mi lado—, vendrán mañana temprano. 

—Deberían descansar, lucen cansados.

—No nos iremos —Dak Ho se sentó al otro lado—, estamos aquí para cuidarlos, a los tres. 

—Así es —Suke sonrio—, tendremos a nuestros bebés, joder que buena punteria. 

No pensé que esto fuese asi, asi de rapido. Justo cuando había aceptado vivir con ellos y ahora se nos adelantaban un par de bebés. Yo no se cómo ser madre, eso es obvio, pero se que puedo aprender, tengo a mis padres y a las personas que amo, no pido más. 

Lo unico que si me preocupa, es que la o las personas que intentaron matarme siguen sueltas, me asusta un poco de que puedan ir por mi, por mis padres o conocidos. No quiero que nadie salga lastimado por mis acciones. 

Yo decidí seguir adelante a pesar de lo que ellos son, eso es lo que menos me importa. Lo único que quiero es estar segura de las personas que le quieren hacer daño a ellos. 

(...) 

Mas tarde. 

Dak Ho y Ryosuke estaban con las cabezas abajo mientras mi papá les estaba dando un enorme sermón. 

—¿Como se les ocurre embarazarla? 

—Señor..

—Calla Ryosuke —le dijo mi papá—, Jenn es demasiado joven para tener un bebé, no, va a tener dos. 

—Pero la amamos...

—Se que la aman, pero debieron cuidarse un poco mas, mas les vale que estén preparando un lindo anillo para mi hija, no pienso permitir que mis nietos nazcan fuera del matrimonio. 

—Papá —me miró— estás siendo demasiado exagerado ¿no lo crees? Ya estamos grandes para esas cosas. 

—Silencio niña, ya les dije, le piden a mi hija matrimonio o me la llevo a Texas. 

—Cariño, dejalos en paz —mi mamá intervino—, Jenn esta grande y ellos también. No seas dramático, alégrate por ella, deja a los chicos en paz. 

—Señor Foster —Dak Ho tomó la palabra—. Yo se que le preocupa Jenn, todo lo que pasó y eso, pero tiene que saber que ella es lo más importante para nosotros, la amamos como a nadie y la vamos a proteger de todo. 

—Lo que dice Dak Ho es cierto, la amamos y amamos a los bebes que vienen en camino, claro que la haremos nuestra esposa. 

—Mas les vale, por que me la llevo si me la hacen sufrir. 

Mi papa esta siendo un poco exagerado, pero lo entiendo un poco. Ya había pasado por cosas un poco duras, no quiere verme sufrir y esta válido, creo que yo haría lo mismo por mis hijos. 

Ahora que seria madre, descubriría lo bonito que es todo ese proceso, ver a mis bebes crecer. Besarlos, abrazarlos. Toque mi vientre aun plano, aun no salia de mi ensoñación. Me sentía feliz de que formaría a mi propia familia. 

Pese a lo que son sus padres, estoy feliz de que tendré a un par de personitas creciendo dentro de mi y siendo amados por ellos. 

—¿Quieres comer algo? 

—Si mamá, muero de hambre. 

—Te traeré algo, vamos cariño —saco a mi papa de la habitación. 

Me quede pensando un momento en algo, no se si deba restarle o no importancia. 

—¿En que piensas? 

—En mis bebés, de quien son —los mire a ambos—, pueden ser de Dak Ho o Ryosuke. 

—¿Eso importa? —Mire a Suke— Por que a mi no. 

—A mi tampoco —respondió Dak Ho—, son mis hijos, nuestros hijos. 

—Y vamos a amarlos por igual —Dak Ho me beso—, eso es lo que importa. 

Esto era lo que necesitaba escuchar ahora. El que a ellos no le importase de quien fueran los bebés, eso me había preocupado un poco cuando me hice la prueba de embarazo, de quien iba a ser mi bebé, si ellos pelearían por quien sería el padre. 

Me alivia saber que a ellos les da igual. 

(...) 

A la mañana siguiente. 

Estaba comiendo un poco ya que me había levantado con náuseas, Dak Ho y Ryosuke tuvieron que irse, me dijeron que están buscando por su cuenta a la persona que intentó matarme, me dijeron que tienen una pista pero no quisieron decirme mas para no alterarme o preocuparme. 

Preocupada ya estoy, quiero saber quien se atrevió a hacerme esto. Se que ellos tienen enemigos que desean que caigan, por eso fueron por mi. 

—No puedo creer que seré tía —Mia estaba contenta. 

—Pues si —deje la taza sobre la mesa—, tengo mas de dos semanas, pronto se empezará a notar. 

—Tus hombres deben estar contentos. 

—Lo estan —sonreí—, aunque parecen nerviosos, ninguno sabe que hacer de la emoción. 

—Me lo imagino... 

La puerta de la habitación fue abierta, el abuelo de Dak Ho habia entrado, venia con el primo de Dak Ho, In Hu. Me sorprende verlo aquí. 

—Señor Kang, que sorpresa. 

—Niña Jenn, supe que estabas aquí y no dude en venir a verte —se acercó— ¿estas bien?

—Lo estoy, afortunadamente no fue nada grave señor Kang. 

—¿Como que no lo fue? Hija, fuiste atravesada por una espada... Gracias al cielo que estas viva, oh ¿quien es esta hermosa muchacha?

—Ella es mi amiga Mia, vino a hacerme compañía. Mia, el es el abuelo de Dak Ho. 

—Un placer señor —estrecharon sus manos. 

—Eres muy bonita —miro a In Hu—, ella es un buen prospecto para ti, pero eres un inútil. 

—Abuelo.

—Mejor ve por algo de comer para mi y mi nieta —miro a Mia— ¿lo acompañas linda? Es un bruto y no sabe hacer las cosas bien —Mia asintió mientras reía un poco. 

Ambos salieron, se que tiene algo importante que decirme ya que Mia no podia escuchar. El rostro del señor Kang cambió por completo. 

—Lamento lo que te sucedió linda. 

—No es su culpa señor Kang. 

—Yo se quien lo hizo.. 

—¿L-Lo sabe? 

—Fue Jeon Areum —soltó un suspiro—, uno de mis hombres en Corea que trabaja para ella y su familia, la escucho mientras gritaba, estaba molesta por que seguías viva. 

—Por Dios —susurre. 

—Dak Ho aun no lo sabe, pero creo que sospecha, pero hay un problema... —hizo una pausa—. Su padre está metido en esto. 

—No puede ser. 

—No puedo tapar esto, es una traición enorme.. Creí que no me decepcionaría, pero lo hizo —suspiro—, es mi hijo, pero una traicion asi, merece un castigo. 

—Por favor no me diga mas.. —pedí— No quiero saber que pasara, eso dejeselo a Dak Ho, lo único que pido es algo de paz y que ese hombre no se acerque más a mi. 

—No lo hará, eso te lo prometo... 

La puerta fue abierta abruptamente, escuche ruidos y disparos afuera. En la habitación estaban seis hombres armados. Un par de ellos me tomaron de los brazos y me levantaron de la cama con fuerza. Yo hice una mueca de dolor. 

—Señor Kang ¡Ayudeme! 

Hizo una seña para que me sostuvieran, entonces entendí que el no iba a ayudarme. 

—¿Que te hace creer que te ayudare? —sonrió.

—Pero... 

—Eres tan ingenua Jenn Foster —empezó a reirse— ¿en serio creíste todo el cuento de que yo te aceptaba en mi familia? ¿De verdad creíste todo eso? —negó— Que tonta. 

—¡Dak Ho confiaba en usted, lo respetaba! 

Su mano golpeó mi mejilla con fuerza. 

—Dak Ho no sabe lo que quiere... Tu solo eres una piedra en su zapato, por Dios ¿amarte? —volvió a reír—, en nuestro mundo esa palabra no existe, solo el poder, nada más. Tu vas a desaparecer de la vida de mi nieto, el otro bastardo no me importa, aquí el que tiene el poder soy yo. 

No podía creerlo, no podía creer lo que estaba escuchando. Creí que el señor Kang era una buena persona, que quería a Dak Ho, pero que equivocada estaba. 

Ahora entiendo por que me defendía, para ganarse mi confianza y la de Ryosuke para así, traicionar a Dak Ho. 

—No me mate —pedí en medio de lágrimas—, estoy embarazada. 

—¿Ah si? —su sonrisa se volvió más grande— ¿es de Dak Ho? —no respondí— Eso supuse... La única persona que llevara los hijos de Dak Ho, sera Areum, una persona como Dak Ho. 

—¿F-Fue usted? ¿Usted quiso matarme? 

—Si, pero veo que fuiste mas fuerte de lo que pensaba... —me tomo de la mandíbula— Una mujerzuela como tu, no merece estar en nuestra familia. Mi nieto sentara cabeza y entenderá que todo esto es para hacerlo mas fuerte y que se concentre solo en el dinero y el poder... La Yakuza sera la responsable de tu desaparicion. Llevensela. 

Un trozo de tela fue puesto en mi nariz, luche como pude pero al final termine cayendo inconsciente, antes de poder quedar dormida escuche la voz de Thomas. 

—Gracias por el pago.

(...) 

Horas después.. 

Mis ojos se sentían pesados y mi cuerpo ligero. Mi cabeza dolía mucho, parpadee como pude hasta despertar. Me senté de golpe al ver en donde estaba, en una habitación pequeña. 

En ella no había ventanas solo un ducto por donde pasaba el aire, a un lado estaba el baño, una cama, una mesa con una silla, libros, un refrigerador pequeño y una radio. Las paredes eran blancas y había poca iluminación. 

¿Donde demonios estoy? 

La puerta de este fue abierta, Areum venía entrando con uno de sus hombres. 

—Veo que despertaste —sonrio—, bienvenida a Corea. 

No, no puede ser. No puedo estar en Corea. 

—¿Por que me están haciendo esto? —mi voz salió quebrada.

—Por poder querida, por amor, por lo que tu quieras pensar... —camino hacia la mesa y se recargo de esta—, Dak Ho debe estar como loco buscándote por todo Estados Unidos, no tiene ni idea de lo que esta pasando. 

—¿Crees que se va a rendir? El seguirá buscándome y cuando sepa lo que me hicieron, los asesinara a todos y yo, me encargare de ti. 

—Di todo lo que quieras querida —soltó una risa—, pero que salgas de aquí, es imposible. Esta es mi paga por haber soportado las humillaciones y los desplantes de Dak Ho, tu eres una asquerosa zorra que cree que puede tenerlo. Pero al final, yo me quedare con el y cuando ese par de mocosos nazcan, serán enviados a un orfanato lejos de aqui, claro, si no mueres en el parto junto con ellos. 

—Eres una maldita perra —corrí hacia ella pero el hombre me detuvo del cabello e hizo que me arrodillara ante ella. 

—Cuida lo que dices zorra —se agacho a mi altura—, mi pie podría golpear tu vientre por accidente.

Cubrí mi vientre con mis manos. 

—Puedes gritar lo que quieras, armar el escándalo que quieras, nadie vendrá a ayudarte —tomó un mechón de mi cabello—. No me molestes o podrías terminar reclutada en Japón. 

Se puso de pie y salió, el hombre me soltó bruscamente. Yo me quede sobre el suelo llorando, esto es más que yo, esto es más fuerte que yo. Ahora estaba lejos, lejos de ellos. 

Dak Ho, Ryosuke. 

Deben estar como locos buscándome, espero que me encuentren pronto, no puedo quedarme aquí lejos de ambos y aun mas que espero a sus hijos. 

De todas las personas que creí que pudieran matarme, no pensé que fuese su abuelo, se mostró como una buena persona, creí que lo era. Ahora estoy metida en este hueco, temiendo por lo que me pueda pasar a mi y a mis bebés. 

No. 

Tengo que luchar, tengo que salir de aquí cuanto antes, no puedo dejar que ellos se lleven a mis bebés. Así los tenga que defender con uñas y dientes, lo haré. 

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP