Christian
Me desperté con un sobresalto, el corazón disparado y el cuerpo entero cubierto por un frío que parecía atravesar cada músculo. El maldito sueño todavía me agarraba, como si se hubiese metido comigo na noite e me seguido até o quarto.
— Joder… — murmuréi para mí mismo, pasándome la mano por el rostro sudado.
Mi mente seguía reproduciendo las escenas del accidente, cada detalle martilleándome: el sonido del metal retorcido, el olor a humo, aquel grito que aún ecoaba en el bosque… y lo peor de todo: Ariel.
En el sueño, ella estaba pálida, inmóvil, como si le hubieran arrancado la vida de la forma más cruel.
— No… no… Ariel — susurréi, sintiendo el pecho apretarse y una punzada de dolor física. — No puedes… no…
Intenté moverme, pero el dolor punzante en la pierna me recordó que estaba vivo, aunque frágil, y completamente impotente para hacer algo en ese momento. Inspiré hondo, intentando controlar la respiración irregular. Cada inspiración era pesada, cada gesto del cuerpo un r