Mundo ficciónIniciar sesiónLa lluvia caía con una persistencia suave, casi triste, como si el cielo llorara por ellos.
Desde la ventana del despacho, Emma Ríos veía las gotas deslizarse por el cristal, formando caminos que desaparecían en el marco de madera.
Había pasado una semana desde que encontró el archivo en el sótano.
Una semana sin dormir del todo.
Una semana de miradas esquivas, de palabras que no se atrevían a pronunciar.
Alejandro ya no dormía en la misma habitación.
Había dicho que era para “darle espacio”, pero Emma sabía que ese espacio se est







