Mundo ficciónIniciar sesiónRose me sostuvo la mirada con firmeza, sus ojos fijos en los míos como si buscara perforar cualquier duda que tuviera.
—Si esos rumores son ciertos —susurró, su voz cargada de gravedad—, entonces entenderás por qué muchos le temen. Un viento helado sopló a nuestro alrededor, pero esta vez no fue el frío lo que me hizo estremecer. —¿Sabes quién es el boticario imperial actual? —preguntó Rose, bajando la voz hasta casi un murmullo, como si temiera que alguien pudiera escucharnos. Mi corazón se aceleró ante su cambio de tono. —No… —admití, con cautela—. Él me dijo que era alguien de su familia. Rose dejó escapar una breve risa, tensa y sin diversión. —Por supuesto que es alguien de su familia —dijo, negando lentamente con la cabeza—. Aylen… él es el boticario imperial. Mis ojos se abrieron más de lo que pretendía. —¿Nora? —Sí —afirmó, fir






