Mundo ficciónIniciar sesión—Lo ayudé a comer y a beber, con paciencia, asegurándome de que al menos recuperara un poco de fuerzas. Cuando finalmente logró tragar algo, supe que debía irme. Mi padre me estaría buscando y, si me encontraba allí, me metería en problemas. Pero no podía simplemente dejarlo así… algo dentro de mí me decía que debía hacer más.
Se llevó una mano al pecho, como si aún pudiera sentir la pequeña joya que había perdido ese día. —Lo único que se me ocurrió fue darle los pendientes que llevaba puestos. No era mucho, pero quizás podría venderlos y conseguir algo de comida. Sin que se diera cuenta, los deslicé en el bolsillo de su raída chaqueta y luego me marché. El silencio se extendió entre nosotras por unos segundos antes de que finalmente preguntara: —¿Aquel niño… era Ezra? Ella sonrió, con una mezcla de nostalgia y diversión, pero también con un brillo que denotaba precaución. —Así es. Probablemen






